¡Hurtado, con los trabajadores no!

Columnista Invitado

La masacre laboral cometida por Hurtado, tan sólo 17 días después de haber llegado al cargo, deja ver el talante de su proceder administrativo para este cuatrienio. Además de la persecución laboral que se está gestando contra los funcionarios nombrados en provisionalidad.

No sorprende que este grupo político que se hizo con la Alcaldía actúe de esta manera. Su proceder y tradición clientelista es apenas coherente con lo que hicieron: declarar insubsistentes a más de 17 trabajadores que llevaban 10, 12 y hasta 15 años vinculados a la Alcaldía de Ibagué, en cargos de libre nombramiento y remoción.

Algunas de estas personas despedidas las conocí, e independientemente de cómo llegaron a estos cargos (que es lo que este nuevo gobierno pregunta ahora a los funcionarios ¿quién es su padrino político?), son servidores responsables y muy comprometidos con sus deberes, en su mayoría personas adultas de mas de 40 años. Todo eso es relevante porque, en una sociedad como esta, una persona para este mercado laboral deja de ser “útil” después de esta edad.

Es claro, que esos cargos de libre nombramiento y remoción tienen esas características, que pueden ser desvinculados en cualquier momento (salvo algunas excepciones con motivaciones específicas), pero eso ocurre especialmente en el nivel directivo y algunas veces en el nivel asesor. Muchas de estas personas ya habían pasado 3 y hasta 4 administraciones allí. Algunos estaban pre-pensionados, grave error Hurtado.

Esa masacre laboral ha pasado desapercibida porque como ahora algunos medios quieren congraciarse con el nuevo alcalde, mientras empieza a repartir el botín de la pauta, entonces pocos mencionan los crasos errores que están cometiendo, y que le costarán al municipio un par de indemnizaciones, por las demandas que seguro ganarán varios trabajadores.

Además, debo decir que esos despidos han contando con el silencio cómplice de los sindicatos de la Alcaldía, que ahora sí no se pronuncian a favor de los trabajadores. Quién sabe que han hablado por debajo de la mesa, porque hace cuatro años ya habían puesto quejas en el Ministerio del Trabajo, por una “masacre” que ellos anunciaban, que nunca ocurrió.

Esta nueva administración en su odio irracional por todo lo que huela a Jaramillo está pasando por encima de los derechos de los trabajadores. Si no hay nadie que los defienda, al menos hay quienes ya no estamos dispuestos a seguir guardando silencio mientras los pisotean y amedrentan.

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