El origen de los Reyes Magos

Según los relatos bíblicos, la historia de los reyes magos es coetánea al nacimiento del Cristo. En el evangelio de San Mateo se dice que durante el tiempo de Herodes III llegaron unos magos en búsqueda del llamado rey de los judíos, siguiendo una estrella que los guiaba desde el este.

Cómo magos se conocían en esa época a los adivinos y astrólogos que probablemente provenían de algunas zonas de Europa, Asia y África; pero su diversidad se explica en la extensión del imperio romano; como representación de las tres razas que habitaban esos continentes.

Su verdadero origen podría remontarse a tradiciones orientales que se refieren a doce magos, para los armenios eran quince. Los documentos más sólidos nos remiten a Persia y corresponden a las Crónicas de Zuqnin, obra que compendia historias de Oriente Medio anteriores al surgimiento del islam; en la cual doce reyes magos durante cada año viajaban a una montaña cósmica llamada Hara Barzaiti, donde se resguardaba una profecía sobre el nacimiento del mesías, solo faltaba una señal que apareció en el este en forma de una estrella que anunciaba la noticia; había nacido el mesías. En las catacumbas de Pedro y Marcelino aparecen dos; cuatro en el fresco del siglo IV de la catacumba de santa Domitilla. En la versión etiópica del proscrito evangelio de Santiago son tres, pero con los nombres de Tanisuram, Malik y Sissebá.

No encontramos en ninguna parte de la Biblia la fecha del nacimiento de Jesús, ni de la epifanía o la llegada de los reyes magos. El análisis de ciertos fragmentos de los evangelios, así como de otros documentos de la época, han permitido a los historiadores realizar diferentes hipótesis sobre el nacimiento de Jesús. Algunos hablan de abril o mayo, mientras que otros lo sitúan en los meses de septiembre u octubre.

Con la adopción del cristianísimo el calendario de actos y festejos romanos fue modificándose, una tras otra todas esas antiguas celebraciones paganas acabaron convertidas en fiestas cristianas, transformando la festividad del Sol Invictus del 25 de diciembre en el día de Navidad, y con ella celebrar el nacimiento de Jesús, aunque realmente no coincidiese en la fecha. Hasta entonces los cristianos lo celebraban el 6 de enero (Epifanía), la cual dejaron como Día de Reyes.

Las primeras imágenes de los tres reyes magos como los conocemos hoy se encuentran en la iglesia de San Apolinar Nuovo en Rávena Italia, donde se representa a tres hombres vestidos con ropajes persas y los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Se dice que el emperador Federico Barbarroja llevó desde Milán las reliquias de los tres reyes magos a la catedral de Colonia en Alemania.

Estas versiones algunas de carácter especulativo pueden generar en la comunidad cristiana diferentes tipos de reacciones, pues se refieren a las estructuras místicas de nuestras creencias religiosas y dado que esta tradición se ha transmitido de generación en generación se encuentra grabada en el inconsciente colectivo. Lo cierto es que al margen de los diferentes ritos esta es una época de regocijo y de Paz.