Periodismo: Una profesión que construye democracia y fortalece la unidad en el Tolima

Columnista Invitado

Durante una conversación entre el poeta chileno, Pablo Neruda, y el Premio Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García Márquez, este último manifestó que le hubiera gustado volver al periodismo y a la reportería porque tenía la impresión de que a medida que avanzaba en el campo de la literatura, se iba perdiendo del sentido de la realidad. En cambio, en el trabajo del periodismo y la reportería sentía estar más en contacto con la realidad inmediata de todos los días. 
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La anterior reflexión refuerza la preocupación que hoy tenemos como sociedad al ver que nos cuesta cada vez más trabajo diferenciar los límites que existen entre los terrenos de la ficción y la realidad, sobre todo, en un lugar como las redes sociales, donde abunda la desinformación. 

No obstante, el periodismo y los medios de comunicación deben buscar la forma de dar a las personas más y mejores elementos de juicio para entender la naturaleza del acontecer que las rodea. Un periodismo libre, independiente y basado en la objetividad de la veracidad de los hechos sirve para mantener a una ciudadanía informada y, además, protegida contra el abuso de poder, la censura y la propaganda.

La era digital que democratizó la información y que tanto ha expandido las audiencias, también saturó las redes sociales con contenidos en los que no se sabe qué es verdadero o falso. Abundan por doquier portales web y cuentas anónimas en las redes sociales que se dedican a elaborar, publicar y difundir las llamadas ‘fake news’ (noticias falsas). Causando daños irreparables en el tejido social y en la credibilidad de los medios de comunicación serios, rigurosos y cuidadosos con el tratamiento de las noticias. 

Que se hable de que estamos en la era de la posverdad o de las verdades a medias dice mucho del gran reto que existe en estos momentos para convivir en sociedad. Los hechos reales y objetivos influyen menos en la opinión pública, que los llamados a las emociones, las supersticiones, los fanatismos ideológicos y las creencias subjetivas. 

En consecuencia, para contribuir y aportar a la solución de este gran reto, el Gobierno “El Tolima Nos Une”, en el marco de la Política Pública Departamental de Gratuidad Educativa, tomó la iniciativa de liderar un proceso de formación diferencial para que 140 comunicadores y periodistas empíricos, adelanten su profesionalización en Comunicación Social, gracias a una alianza entre el ente gubernamental y la Universidad Minuto de Dios, Uniminuto.

Esta iniciativa busca que los beneficiarios en los diferentes municipios de la región puedan validar los conocimientos prácticos adquiridos por sus años de experiencia laboral, y complementarlos con la formación académica que reciben en las aulas de clase, siendo este un escalón en la construcción de su proyecto de vida y el de sus familias, además de contribuir a informar mejor a la sociedad.

Cabe destacar, que el año pasado el Comité Noruego del Nobel, decidió premiar con el Premio Nobel de la Paz a los periodistas María Ressa y Dmitry Muratov por sus esfuerzos en salvaguardar las libertades de pensamiento, expresión, prensa e información, como una condición necesaria para conservar la democracia y preservar una paz duradera. 

Ambos coinciden en que las redes sociales se están contaminando debido al uso que se les da para la propagación de noticias falsas, desprestigio de oponentes, polarización y manipulación de la opinión pública de acuerdo con agendas de intereses particulares. 

Es por esta razón, dentro del plan de estudios del programa de profesionalización para periodistas empíricos, se abordan conceptos y herramientas para que la información llegue clara y transparente al público al que va dirigida, pues es el comunicador sobre quien reposa la responsabilidad del poder de la información y tiene la capacidad de influir sobre los demás miembros del conglomerado social, poder que debe ser usado a través de la objetividad y la veracidad de los hechos para avanzar hacia la búsqueda de la verdad.

Hoy la sociedad requiere de la ética laboral de los periodistas y comunicadores sociales para que lideren esta importante tarea de luchar contra la desinformación y recuperar la credibilidad y confianza en vía de extinción, y en especial, para que sean los garantes de la construcción de un departamento participativo, representativo y civilizado, donde se pueda trabajar unidos por objetivos comunes en medio de las diferencias.

Un mundo que renuncia a la búsqueda de la verdad, significa un mundo de desconocimiento, desinformación, confusión y desconfianza. Como sociedad, nos enfrentamos al gran reto de aprender a distinguir entre hechos verificables para informar y las ficciones prefabricadas para desorientar y manipular. Es ahí donde el periodismo y los medios de comunicación juegan un papel fundamental para la sociedad en la era de la información digital. 

Santiago Barreto Triana.

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