Otra dura cachetada

Columnista Invitado

El gobierno del presidente Petro ha demostrado desde el primer día que los niños no son de su interés. Basta recordar los meses que se tardó en nombrar al director del ICBF, y luego el desafortunado nombramiento de la señora Baracaldo, más conocida por su habilidad en el canto que por su conocimiento en la niñez.
PUBLICIDAD

Desde el inicio, la política definida de este gobierno ha sido la defensa de los miembros de la primera línea que están en prisión por los daños causados durante las protestas. Al permanecer constantemente del lado de los criminales, han intentado implementar leyes y decretos para liberarlos.

Afortunadamente, la separación de poderes, aunque ultrajada por el presidente, ha actuado como un freno, preservando un equilibrio esencial.

Lo que Petro hizo esta semana es el acto más despreciable hacia los más vulnerables desde que asumió el gobierno. Anunció que Otty Patiño lideraría los procesos de paz tras la salida de Danilo Rueda, propinando así otra afrenta a la infancia y a las víctimas de la guerra. Aunque generó indignación, no sorprendió debido al menosprecio constante que ha mostrado hacia el tema de la niñez y adolescencia.

Este nombramiento no solo es un insulto, sino también una revictimización para aquellos afectados por el reclutamiento. Patiño no solo niega la evidencia de este flagelo, sino que va más allá al afirmar que los niños se unen voluntariamente a grupos al margen de la ley. ¡Sinvergüenza, cínico y descarado!

¿A quién se le puede ocurrir que un niño de 14 años tenga la capacidad de decisión para unirse a un régimen del terror como el que se vive al interior de estas organizaciones criminales y desalmadas? A los menores de edad, estos monstruos les roban la infancia, anulan su dignidad y violan sus garantías fundamentales.

El silencio cómplice de Petro, de la vicepresidenta y del gabinete en ese momento evidenció que la posición de Patiño es la del Gobierno. Y este nombramiento sin duda lo confirma, reafirmando una postura insensible y desacertada que pone en riesgo el bienestar y la seguridad de los niños y adolescentes en Colombia.

Desde Danilo Rueda hasta Patiño, el gobierno ha seguido una política que parece favorecer la impunidad de grupos criminales, mostrándose condescendiente con estos y debilitando la fuerza pública. La actitud de Patiño hacia el ELN plantea serias preocupaciones y cuestiona la integridad de la gestión gubernamental en áreas críticas para la seguridad y el bienestar de la sociedad.

Antes del secuestro de Manuel Díaz, ¿alguien había escuchado a Otty Patiño abogar por los secuestrados? Este individuo, encargado de liderar las negociaciones con los terroristas del ELN, permitió que el secuestro no fuera considerado en el cese al fuego.

De Rueda a Patiño, la diferencia es nula.

 

*Adenda:*

Tras la confesión del ministro de Salud sobre la mermelada entregada, los congresistas que respalden la reforma y hayan recibido; podrían estar cometiendo un delito. El ministro pone en aprietos a varios parlamentarios. Estas declaraciones deben ser el punto de partida, sin lugar a dudas, para una investigación que aclare quiénes están dando su voto a cambio de prebendas. ¡Vaya gobierno del cambio!

CRISTINA PLAZAS MICHELSEN

Comentarios