Turismo rural: Oportunidad para el campo

Jaime Eduardo Reyes

Una pregunta que nos estamos haciendo es: después de la pandemia, ¿a qué sector productivo debería apostarle la región para reactivar la economía? Empieza a existir una gran expectativa sobre las oportunidades que podría tener el turismo rural.
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La tipología Turismo rural y natural en el marco territorial son actividades de la dimensión de la Economía Campesina, que, por definición, da a la producción agrícola la responsabilidad de ser la actividad de base, que se complementa con otras actividades como el turismo, el comercio y las artesanías.

El turismo rural ha cobrado importancia porque ofrece la oportunidad económica de generar ingresos no agropecuarios. Y ahora, debido a los efectos de la pandemia, la expectativa en este tipo de turismo se da gracias a que se espera una mayor demanda de servicios turísticos que sean confiables, de calidad, con aplicación de principios de sostenibilidad y con los protocolos de cuidado previstos para evitar contagios.

Se espera que el turismo rural y de naturaleza sea una de las actividades de mayor relevancia después de la pandemia. Y aunque este, ha sido uno de los sectores más afectados, será de los que más rápidamente se recupere.

Durante estos años el sector se ha preparado. Por ejemplo, la Cámara de Comercio de Ibagué ha apoyado iniciativas turísticas del corredor norte en su promoción y fortalecimiento. Los empresarios de este sector llevan 8 años de trabajo continuo, y, si bien aún se requiere de intervenciones en vías e infraestructura, existe un tejido empresarial relevante en El Salado, Chucuní y San Bernardo.

Este importante corredor tiene, con la ayuda de Fundación Social, estudios desarrollados en productos de turismo, estudios de mercado, inventarios de atractivos turísticos, artistas, grupos folclóricos y especies de aves. La zona tiene gran potencialidad y se ha consolidado como un corredor ideal para actividades de turismo rural y de entretenimiento con fuerte presencia de reservas naturales, villas, fincas turísticas y balnearios.

Una oportunidad para estos espacios rurales es ofrecer pasadías, algo sencillo, nada complejo. De ahí la importancia de trabajar en el enfoque de turismo rural comunitario, que integre servicios de varios prestadores turísticos rurales, cada uno ofreciendo un valor agregado diferente, y desarrollar habilidades de innovación, creatividad y trabajo en equipo.

Otro tanto ocurre en otros sitios del departamento, en el norte por ejemplo, con el apoyo de la Cámara de Comercio de Honda se viene fortaleciendo las apuestas turísticas en algunos de sus municipios.

Por supuesto que existen retos que hay que superar para hacer de la oportunidad una realidad: adaptar los protocolos de bioseguridad; estudiar el tejido empresarial para identificar cuáles necesitan apoyo para su reactivación y sostenibilidad; mirar al interior de las organizaciones comunitarias del sector rural para fortalecerlas institucionalmente; adoptar tecnologías y TIC’s, entre otros.

No se puede olvidar lo necesario que es el apoyo del estado para recuperar a las empresas de la crisis que están viviendo, concretar los nuevos emprendimientos y la consolidación del sector.

JAIME EDUARDO REYES MARTÍNEZ

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