Resultados electorales

No fue un resultado del todo mortificante para la izquierda el que se obtuvo en estas pasadas elecciones.

Bien sabemos que su expresión más pura, el Polo Democrático Alternativo, no conquistó para sus listas el respaldo esperado, pero muchos ciudadanos sí se manifestaron a favor de opciones que creyeron de izquierda, lo cual habla muy bien de las expectativas políticas que guardan.

Decimos que respaldaron opciones que creyeron de izquierda refiriéndonos especialmente a Gustavo Petro, un hombre que, salido de la entraña popular, ha sabido engalanar su discurso con mensajes que tocan la fibra ciudadana por atacar problemas de hondo rechazo, como la corrupción, la politiquería y la violencia de todos los órdenes, al tiempo que ha mostrado su preocupación por el mejoramiento de la calidad de vida y el entorno de los más humildes.    

Desafortunadamente, y eso es lo que genera dudas respecto de sus verdaderas intenciones, Petro no ha sido suficientemente consecuente con los procesos unitarios y organizativos en los que se ha comprometido, ni ha sido cabal cumplidor de sus decisiones, por más que ellas han sido tomadas siempre con el respeto debido a las reglas democráticas.

Al contrario, ha preferido hacer un partido de sus propósitos personales, y obviamente eso no solo divide a la izquierda, sino que le atrae a él los respaldos de la derecha, como parece que ocurrió generosamente en su campaña por la Alcaldía Distrital.

Lo que queda es esperar que tantas astucias pueda ponerlas al servicio de los bogotanos, que no solo esperan que se respeten los logros sociales de las dos administraciones anteriores, logradas ambas con los votos del Polo, sino que se profundicen y llenen cada vez de mayor significado, pues al fin de cuentas quienes hoy desde el petrismo buscan cambios radicales a las tradicionales, formas de administración de la cosa pública son en buena medida los mismos que antes procuraban lo mismo desde el Polo.

Al Polo Democrático Alternativo le corresponde asumir ahora con realismo las nuevas condiciones políticas que le plantean estos resultados y no dejarse desviar de las responsabilidades de orientación que le asisten, así sus electores estén prestando oídas temporales a otras vitrolas.

Y debe comenzar por hacer que esas oídas se transformen en presión para que el nuevo caudillo cumpla sus promesas electorales. Un nuevo engaño no puede llegarles sin que el Polo les ofrezca la adecuada orientación.

Quiero terminar agradeciendo el respaldo que cerca de 500 ibaguereños le dieron a mi aspiración de convertir en tribuna de resistencia social una curul en el Concejo.

No se pudo, pero ello no desdibuja mi compromiso, ni el del Polo, con el pueblo.              

Credito
Rodrigo López Oviedo

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