¿Tenemos democracia?

Hay quienes dicen que en una sociedad democrática el poder lo ejerce el conjunto de sus integrantes, bien de manera directa, bien a través de representantes debidamente elegidos. Abraham Lincoln señalaba que la democracia es “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Hay quienes dicen que en una sociedad democrática el poder lo ejerce el conjunto de sus integrantes, bien de manera directa, bien a través de representantes debidamente elegidos. Abraham Lincoln señalaba que la democracia es “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. De acuerdo con ello y remitiéndonos al caso colombiano, ¿será que el poder está en manos del pueblo y que el pueblo puede ejercerlo por sí mismo, o por sus representantes, y para sí mismo? Es decir, ¿Será cierto que tenemos democracia? 

Para darles respuesta afirmativa a los anteriores interrogantes, tendríamos que convenir en que la democracia no puede circunscribirse al sórdido escenario planteado por Carlos Marx, quien definía la democracia capitalista como la autorización dada a los oprimidos “para decidir una vez cada varios años qué mandatarios de la clase obrera han de representarlos y aplastarlos en el Parlamento”.

 Lo lamentable es que Marx todavía tiene razón. Para que nuestra supuesta democracia pueda merecer que se le defienda, ella debe contener la más amplia relación de significados, de tal manera que cada ciudadano se sienta realmente partícipe en las tomas de decisión que comprometan los intereses del conjunto social al que pertenece.

 Por desgracia, en una sociedad como la nuestra, tan claramente dividida en clases, el poder reposa en manos de las oligarquías, que son las propietarias de los medios de producción y, derivado de ello, las que imponen el tipo de gobierno que ha de administrar la cosa pública y solemnizar las políticas y concepciones sociales, ideológicas, económicas y culturales de su propia clase, a fin de que se vean como políticas y concepciones de toda la sociedad. Al fin de cuentas, como lo dice el marxismo, las concepciones que predominan en toda sociedad son las concepciones de las clases dominantes. 

Afortunadamente las ruedas de la historia mantienen en continuo movimiento y siempre será posible democratizar las relaciones políticas, económicas y sociales y garantizar la participación del pueblo en los manejos gubernamentales. Solo que para ello se necesita acumular fuerzas y crear condiciones para la transformación radical de la sociedad.

 En esos propósitos andan diversas corrientes democráticas y populares, entre buena parte de las cuales ya han comenzado a producirse acercamientos que ojalá concluyan en sólidos encuentros de unidad. Una de ellas, la Marcha Patriótica, celebrará este próximo sábado un importante encuentro de organizaciones sociales y políticas de Ibagué con el fin de impulsar la constitución del Consejo Patriótico Municipal e impulsar entre nosotros las Constituyentes por la Paz. Muchos éxitos les deseamos a quienes impulsan esta iniciativa. Ese es el camino que nos acerca a tener una verdadera democracia.

Credito
RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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