Lo que viene

De acuerdo con lo previsto, este sábado 15 de junio se reunió un grupo bastante representativo de organizaciones sociales, políticas y algunas personalidades de Ibagué, con el fin de crear un organismo que impulse la constitución del Comité Patriótico de Marcha en la ciudad.

Tal evento logró avances en el trabajo organizativo que ya se ha materializado en la creación de varios Comités Patrióticos Municipales en el Tolima, además de acuerdos para impulsar en el departamento Constituyentes por la Paz, que sirvan para hacer explícitas la adherencia a los diálogos de La Habana de los sectores sociales y políticos que han sido excluidos de ellos y la exigencia de que en los acuerdos sean tomadas en cuenta sus propuestas.

Resultó significativa la preocupación de muchos de los asistentes por la educación política de todos los miembros de Marcha, pues con ello se evidencia una actitud distinta de sus militantes a la que se suele tener en las organizaciones de la política tradicional, en las cuales predomina la indiferencia de los dirigentes ante la necesidad de contar con una militancia consciente de los propósitos de sus propios partidos. 

Tal actitud debería hacernos pensar también en otras muy marcadas diferencias que separan a Marcha del resto del espectro político nacional, que se extienden incluso hacia actitudes ante la paz, la soberanía nacional, la primacía de lo público ante lo privado, la dicotomía entre derechos y mercancías y la prevalencia del trabajo sobre el capital, entre otros aspectos.

Pero también es importante señalar que, pese a lo conscientes que se mostraron algunos de los asistentes respecto a los muchos obstáculos que ofrece la consecución de la unidad y a que contra esta siempre han conspirado enemigos de todo pelambre, incluidos supuestos amigos que más parecen adversarios de hecho, el evento fue explícito en su llamamiento a la necesidad de hacer girar los propósitos organizativos en torno a lo que nos une, que es donde encontramos nuestras fortalezas, y en la necesidad de continuar tendiendo puentes hacia organizaciones que, como el Congreso de los Pueblos o la Minga Indígena, han demostrado estar sintonizadas casi que en los mismos ideales de Marcha.

Viene, entonces, un esfuerzo mayúsculo por atraer a todas las organizaciones que sean conscientes del camino que debemos andar si queremos hacer tránsito hacia una sociedad más humana. 

Tales pasos deben dirigirse, por supuesto, al logro de una gran participación popular en las constituyentes por la paz y en un lanzamiento exitoso del Comité Patriótico de Ibagué, sin olvidar la solidaridad con compañeros, como Guillermo Cano, que están privados de la libertad por defender al pueblo y a Marcha Patriótica.

Credito
RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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