Han transcurrido ya casi nueve meses desde que las organizaciones campesinas e indígenas protagonizaron un paro de seis días en el Tolima y aún continúan en veremos los acuerdos firmados con el doctor Luis Carlos Delgado Peñón como Gobernador y como garante de los acuerdos suscritos también con Cortolima y el Incoder.

Al argumentar el mandatario seccional que la causa de los incumplimientos radica en las dificultades financieras del departamento, lo menos que pueden los campesinos e indígenas es sentirse burlados, pues los acuerdos se firmaron al tiempo en que estaba en sesiones ordinarias la Asamblea Departamental, a la cual debieron presentarse los paquetes presupuestales que facilitaran el deseado cumplimiento.

Ahora bien, el problema no ha sido solo de incumplimiento de los acuerdos, sino de agudización de las condiciones que condujeron al paro, las cuales están relacionadas con la ausencia del Estado en aspectos tan vitales como el gasto social y la inversión en infraestructura, las consecuencias depredadoras de los megaproyectos minero energéticos, los efectos nefastos de una guerra ante la cual se ha pedido insistentemente el cese bilateral de fuegos (sin que el Gobierno preste atención) y el deterioro de los derechos humanos al punto de que se están privando de la libertad a dirigentes del paro con montajes a través de los cuales se les pretende condenar como guerrilleros, como es el caso de Guillermo Cano, directivo de la organización agraria Astracatol, y siete campesinos más, para quienes se hace indispensable reclamar la libertad inmediata.

Es hora entonces de que el Gobierno departamental dé señales de querer evitar un nuevo paro (que para el futuro político del Gobernador tendría implicaciones sumamente negativas, pues estaría fundamentado en el incumplimiento de su palabra) y asuma responsablemente la puesta en marcha de los acuerdos.

El primero de ellos, no debe olvidarlo, está relacionado con las constituyentes por la paz, ante las cuales los campesinos e indígenas le han presentado un paquete de propuestas muy sencillo, pues parte de la realización de cuatro escuelas, en cuatro municipios del Tolima, sobre el tema mismo de las constituyentes, las cuales deben confluir en una Gran Constituyente Departamental por la Paz, que se realizaría entre el 19 y 20 de julio del corriente año. 

Puestos en el camino de esta propuesta, los integrantes de la Comisión de Seguimiento y Verificación de los Acuerdos del Paro han convocado para el próximo 10 de julio a todas las fuerzas, organizaciones, gremios, etnias y personalidades que quieran hacer parte de una Mesa de Impulso a esta iniciativa, pues en el tema de la paz debemos comprometernos todos, incluidos los gobiernos Departamental y Municipal.