Un evento para mostrar

La vocinglería de miles de campesinos e indígenas del pasado viernes y su paso firme por las calles de Ibagué, con el acompañamiento de muchas organizaciones urbanas, evidencian que estamos ante una tendencia preciosa del despertar de la conciencia ciudadana, enorme en su importancia por coincidir con los diálogos de La Habana.

La vocinglería de miles de campesinos e indígenas del pasado viernes y su paso firme por las calles de Ibagué, con el acompañamiento de muchas organizaciones urbanas, evidencian que estamos ante una tendencia preciosa del despertar de la conciencia ciudadana, enorme en su importancia por coincidir con los diálogos de La Habana, de los cuales se esperan acuerdos que conduzcan a una paz estable y duradera.

Pero más importante aún es que esos mismos campesinos e indígenas hayan desafiado los rigores de la intemperie nocturna (amanecieron en el Parque Deportivo) con el solo propósito de adelantar por sí mismos, al día siguiente, una pre Constituyente Regional por la Paz, en la cual discutir los problemas que los acucian, y que pudieron haberse resuelto, al menos en parte, si el señor Gobernador no les hubiera incumplido las promesas salidas del paro de octubre del año pasado.

Algo que resultó especialmente estimulante de esta reunión fue el haber encontrado en esta población tanta madurez, tanto conocimiento de los problemas actuales y tanta capacidad para analizarlos, pese a siempre ha sido castigada con el abandono, el ostracismo y la indiferencia. De allí que sus planteamientos hayan estado acompañados de los más razonados argumentos, y concluido en lo que podríamos considerar como la esencia de los problemas con que somos azotados los colombianos.

El Gobierno tendrá, entonces, que pararles bolas a sus reclamos, tendientes a “labrar la paz con justicia social”, entendiendo que esta implica “un conjunto de condiciones que garanticen la vida digna”. De tales condiciones hacen parte una nueva política agraria, aseguramiento de cultivos, facilidades para los procesos de producción y comercialización, vías apropiadas, precios de sustentación, subsidios para los insumos y, para los jornaleros, garantías de acceso a prestaciones sociales y a una pensión justa, además de un acceso pleno y gratuito a la salud, la educación, la recreación y la cultura para todos.

Además, se plantearon muchas otras reivindicaciones específicas a favor de los jóvenes, los afectados por los proyectos minero energéticos, la mujer, la población LGTBI, etcétera. El evento fue, en consecuencia, un paneo por las desgracias sufridas por los distintos sectores sociales pero, eso sí, sin reducirse a la queja, sino también con las respectivas soluciones.

Lo que sigue, y así fue acordado, es la preparación del Paro Agrario Nacional del 19 de agosto, la definitiva Constituyente Regional por la Paz, ojalá ahora sí con la participación del Gobernador, según su promesa de octubre, y seguir profundizando los procesos de unidad y organización en que estos sectores vienen acompañando a Marcha Patriótica. Con el entusiasmo comentado, lo que se augura es un rotundo éxito.

Credito
RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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