Abrir los ojos

El precio del petróleo ha descendido 20 dólares durante los últimos meses, como en general los de las 22 materias primas, según el índice ya citado.

Diferentes analistas económicos internacionales se están preguntando si la fiesta de los altos precios de las materias primas está próxima a terminarse. La ralentización de las economías china y brasileña, que son dos de los mayores demandantes mundiales de éstas así parece indicarlo. Por otra parte, según el Commodity Research Bureau Spot Market Index, que rastrea la evolución de los precios de 22 materias primas, entre el primero de marzo pasado a la fecha los precios de las mismas han caído un siete por ciento. Una muy mala noticia para Colombia, cuyos dos últimos gobiernos han apostado por soportar la economía en la exportación neta de materias primas.

Los precios de los “commodities” crearon un espejismo en América Latina. El espejismo de las loterías. Una buena parte del actual crecimiento económico de Perú, por ejemplo, encuentra su explicación en que es uno de los mayores exportadores de oro del mundo. Igual en Colombia, donde la apuesta por la minería durante la última década ha sido muy fuerte, el 40 por ciento del territorio ha sido concesionado para proyectos mineros, y en los últimos cinco años ha cuadruplicado su producción de oro: de 15 toneladas que producía en 2007 pasó a 56 toneladas en 2011. El precio del oro está por las nubes: de 300 dólares en 1990 llegó a más de mil 800 dólares en 2012. Una situación explicable por la crisis económica que se vive en Europa y EE.UU. Nadie confía en las monedas y el oro se ha convertido en el principal refugio de los inversionistas. Nadie quiere tener acciones ni dinero en efectivo, se prefiere el oro. Y no sólo los inversionistas, los países mismos. India es el mayor importador mundial de este metal. En la actualidad, el seis por ciento de las reservas de su Banco Central (285 mil 500 millones de dólares) está en oro.


Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. No todo es oro. El precio del petróleo ha descendido 20 dólares durante los últimos meses, como en general los de las 22 materias primas, según el índice ya citado. Las únicas excepciones a esta regla son los precios del oro y del carbón, el resto está mostrando una tendencia decreciente en los precios internacionales. Para Colombia, como ya lo dije, es una muy mala noticia. En el primer cuatrimestre de este año el monto de las exportaciones colombianas creció en relación con 2011, pero cuando se analizan con detalle se nota que dicho incremento se explica porque se aumentó la producción de petróleo (de 70 millones de barriles pasamos a exportar 80 millones). Y otro dato preocupante: es casi lo único que estamos exportando. De los US$4.885,9 millones que exportamos en el primer cuatrimestre, US$ 3.363 millones corresponden a combustibles. Se salvan las flores y el café, los demás productos están estancados o bajando. Lo que saca la cara se llama, petróleo y carbón.


Así, la economía colombiana irá ‘bien’ mientras los precios de las materias primas estén arriba, pero si bajan, como parece ser previsible, las cosas se pondrán color de hormiga, gracias a que hemos puesto todos los huevos en una sola canasta, la exportación de materias primas. Es una ‘prosperidad’ artificial. Está basada en la venta de los activos, en la venta de la herencia. Una situación diametralmente opuesta a la de otros países, México por ejemplo, que es un exportador cada vez más importante. Hoy, el 80 por ciento de sus exportaciones es manufacturado.


La situación anteriormente descrita es para reflexionar. No podemos seguir haciendo lo de los finqueros, que se ven prósperos gracias no a las cosechas que producen sino a la venta de las tierras (y que ni estudio les dan a sus hijos). Así no es gracia. Hay que abrir los ojos. Estamos a tiempo.

Credito
GUILLERMO PÉREZ FLÓREZ

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