Urgente, uso adeucado del agua en invierno y verano

Jaime Eduardo Reyes

Repetir en esta columna que llegó la hora de ponerle mucha atención a los fenómenos climáticos del Tolima pareciera redundante pero hay que hacerlo. Los últimos informes indican que en el departamento se están registrando las más altas temperaturas del País, el último dato muestra que aquí se han registrado los mayores incrementos.

En la práctica este fenómeno es el resultado de la suma de muchos factores que al final de cuentas son responsabilidad del comportamiento humano, que llevó a que Ibagué registrara uno de los mayores incrementos en temperaturas promedio del país: según el Director del Ideam, en agosto fue cuatro grados centígrados sobre el promedio normal.

Otro fenómeno que también se registra como preocupante es el descenso en el nivel de los ríos, que ya alerta a las autoridades sobre desabastecimiento del recurso hídrico.

La semana pasada fue realmente crítica en términos de deterioro ambiental por causa de las altas temperaturas y de los incendios forestales registrados. Este fin de semana se presentaron 24 incendios forestales activos, y en lo corrido del año, los incendios han afectado más de 12 mil hectáreas, lo que va de 2015 han ocurrido mil 906 incendios, afectando páramos, bosques y cultivos.

En municipios del Suroriente del Tolima como Coyaima y Natagaima se sintió el rigor del calentamiento y ya se observa cuál es el futuro que le espera a esta región; la verdad es que muy pronto está zona se sumará al Desierto de la Tatacoa y de una zona semiárida se pasará a ser una zona árida, los cultivos se están acabando, las vacas se están muriendo, las quebradas se secaron y ya ni siquiera los ovejos se salvan de dicho rigor.

En las cordilleras del Departamento se observan aún incendios forestales, estos se están convirtiendo en paisaje, ya que es realmente complicado apagarlos. Reunido con los ganaderos el día viernes estos me decían que para ellos detrás de los incendios hay manos criminales que están atizándolos. Bien vale la pena que el Gobierno departamental revise dicha denuncia y actúe de manera firme contra dichas personas.

Todo esto nos lleva a afirmar que es hora de que el Departamento pase a la ofensiva en términos de manejo del fenómeno. Es necesario que se empiece a construir embalses de almacenamiento de agua, urge una política de manejo de aguas en invierno y verano. No puede el Tolima seguir al vaivén de tener exceso de agua en temporadas de lluvias que termina escurriéndose a los ríos principales, para después en pocos meses estar sufriendo por no tener agua. Para que esto sea posible, es necesario que Cortolima modifique, si es del caso, el sistema de cobros y apoye con inversiones directas por todo el Departamento. No se puede dejar atrás la necesidad de reforestar cuencas y microcuencas, y también es necesario recuperar el bosque seco tropical.

En fin, este fenómeno de calentamiento es tan complejo que por eso es necesario revisar qué tanto lo afectan las actividades productivas mineras, energéticas y de producción agropecuaria.

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