Tiempos de cambio

Jaime Eduardo Reyes

El 23 de marzo del 2016 es la fecha fijada para firmar el acuerdo de paz entre el Gobierno nacional y las Farc, dos meses después el grupo guerrillero empezará a dejar las armas. De esta forma se dará inicio a una nueva era en Colombia que se sustentará en cambios institucionales empezando por la misma refrendación del acuerdo.

Los retos del Estado serán alcanzar la verdad, justicia, reparación y no repetición para las víctimas, nuevas condiciones para el mundo rural, y mayor participación ciudadana. Los beneficios del fin del conflicto con las Farc se reflejaran en mayor progreso y desarrollo económico para el país. Los presupuestos para la guerra deberán ser usados en justicia social.

Sin embargo, el gran riesgo para el país serán las Bacrim auspiciadas por el narcotráfico. Combatir este flagelo será una tarea que requiere redoblar esfuerzos. Fortalecer al Estado para que se pueda cumplir los acuerdos será imperativo.

El acuerdo con las Farc son un gran paso en el camino a una nueva Colombia, pero si de verdad se quiere alcanzar la paz en nuestro país se necesita erradicar la pobreza extrema, disminuir la pobreza multidimensional, lograr igualdad de oportunidades para todos, disminuir la desigualdad social, mejorar los ingresos de las familias, entre muchos otros fines de la justicia social.

Este escenario es uno diferente al actual y requerirá de muchos cambios. Como es predecible el cambio tendrá resistencia de aquellos que se benefician del actual estado de las cosas.

Cada vez estamos más cerca del pos-acuerdo y ya se ve venir la era del pos-conflicto. Optimistas como Yo esperamos que con el ELN también se logre un acuerdo.

Una región como la nuestra, la cual ha sufrido el rigor de la guerra será beneficiada al concretarse el acuerdo y necesitará de acciones para la paz. Las acciones de paz se expresan en proyectos productivos para los campesinos, asistencia técnica para pequeños productores rurales, educación para jóvenes y oportunidades de ingreso para los hogares. Lograr concretarlos necesitará de un mayor esfuerzo presupuestal y eficiencia en el gasto público.

También se tendrán retos, uno de ellos será el debate y el enfrentamiento político que traerá el acuerdo de paz. Es claro que un nuevo grupo político de izquierda buscará plantear un nuevo modelo político y económico para el país, lo cual en el marco de la democracia y la libertad puede ser beneficioso para Colombia.

Una reflexión final tiene que ver con la actitud que asumirá cada individuo y ciudadano en el marco del pos-conflicto, como serán sus comportamientos para con aquellos que regresan a la vida civil, qué tan dispuestos estarán para la convivencia pacífica con aquellos que han estado al margen de la ley. No hay duda que la paz en Colombia pasa por la disposición de cada uno de los colombianos, de la disposición personal que se tenga para alcanzarla.

Comentarios