La paz territorial en el Tolima

Jaime Eduardo Reyes

La visita de la Directora del Posconflicto el pasado viernes a Chaparral, en el marco del Foro académico ‘La Paz Territorial en el Posconflicto’, dejó como conclusión que el Sur del Tolima es un escenario de construcción de paz y que allí existe un gran potencial para la implementación de la tercera fase del proceso de paz.

Este año, 2016, será recordado, si tal como parece se firma el acuerdo en La Habana entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el grupo guerrillero de las Farc, como aquel en el que se dio inicio a la época del posconflicto.

El foro en Chaparral, con el lleno del nuevo coliseo cubierto, demostró que este territorio ha venido fortaleciéndose en términos de capital social e institucional. Los sectores productivos, comunales, académicos, religiosos, culturales, entre muchos más, han logrado alcanzar una dinámica de participación bien significativa.

No hay duda que el Sur del Tolima está preparado para desarrollar la agenda de implementación de los acuerdos. Está muy cerca el momento en que el país observe y comprenda que este territorio ha logrado superar aquellas condiciones adversas por el que se le reconoció durante tantas décadas.

Después de las fases de exploración y negociación, la construcción de paz requiere del empoderamiento de los distintos actores sociales ubicados en los municipios.

Claro, también demanda acciones concretas y ciertas en términos de inversión social, económico y productiva. Tal vez por ese motivo, parte del discurso ofrecido por los delegados del Gobierno nacional giró en torno al rol que deben cumplir las empresas en la construcción de paz, la necesidad de hacer inversión mediante las alianzas públicas privadas para el desarrollo social.

Es un tema que, según la presentación del asesor de la Oficina del Alto Consejero para la Paz, es clave para esta nueva fase, es el proceso de formulación de los planes de Desarrollo municipal.

Como ya lo había advertido en Ibagué el DNP, el Gobierno nacional insistió en que los planes de desarrollo de los municipios deben tener un enfoque de paz.

El 2016, según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, durante el primer semestre, deberá alistar mediante el proceso de formulación y aprobación del Plan la fase de implementación y construcción de paz. En esta ultima fase, que se surtirrá después de la refrendación de los acuerdos, los arreglos institucionales serán importantes, y el periodo proyectado para su implementación será de al menos 10 años.

Finalmente, y aunque el hecho no quitó importancia a las conclusiones del foro, fue evidente el desazón que causó la inasistencia del ministro Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, quien canceló su presencia la mañana del jueves. Esperemos que, más temprano que tarde, él visite el departamento y se pueda conocer el plan de trabajo y las fuentes de financiamiento para los planes de Desarrollo municipales. Para esto sería importante que desde el Ministerio se convocará una sesión de trabajo con los alcaldes y sus equipos de planeación.

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