Sí: un voto por la esperanza

Jaime Eduardo Reyes

El fin del conflicto con las Farc está cerca, de ganar el Sí el próximo domingo terminará una guerra que no fue causada por ninguno de nosotros. Por el contrario de ganar el no continuaremos en una guerra que se habría podido terminar gracias a nosotros.

Como toda guerra, la colombiana solamente ha dejado muertos y sufrimientos. En estos 52 años de conflicto se registran más de 250 mil muertos (la mitad de la gente que vive en Ibagué), más de 50 mil desaparecidos (el doble de los habitantes del Líbano), cerca de ocho millones de víctimas (todos los habitantes de Bogotá y Soacha juntos). Yo creo es hora de parar esta locura. No existe justificación alguna para negarle una oportunidad de paz al país, es hora de dejar atrás la patria boba.

Sí, la oportunidad es para Colombia, no para las Farc, ni tampoco para el gobierno, es una oportunidad para nuestros hijos, para nuestros nietos.

Votar Sí es apostarle a la sabiduría de los colombianos. Quienes afirman que con el no todo será peor se equivocan, quienes venden la idea que votando no el país será presa del castro-chavismo se equivocan, pensar así es desconocer la capacidad democrática que tenemos los colombianos de decidir nuestro futuro. Olvidan los del no que la democracia en nuestro país cada día se fortalece gracias a la mayoría de edad que estamos alcanzando. Por eso hoy existe la posibilidad del disenso y la controversia, debemos defender eso votando el domingo.

Por supuesto, que hay dudas y temores, es normal y lógico tenerlos, al fin y al cabo no confiamos en las Farc. Sólo con el pasar de los días y con hechos de paz podremos alcanzar la confianza. Quienes votamos Sí tenemos una gran apuesta porque así sea, y muchos pensamos con San Francisco de Asís “Señor hazme un instrumento de tu paz; donde haya odio, ponga amor; donde haya ofensa, perdón; donde haya duda fe; donde haya desesperanza, esperanza”.

¿Cuántos años hemos soñado vivir en un país en paz? Décadas, algunos como yo toda la vida. Si estamos tan cerca de ponerle fin al conflicto ¿por qué negarnos esa oportunidad? Tal vez la respuesta es tan simple como el título del Foro realizado el pasado viernes en la Universidad del Tolima: “Sí porque sí, no hay disculpas para el no”.

Sin embargo, existen muchas razones para votar Sí; el anhelo de un campo en paz y sin miedo, el anhelo de crecer en democracia y en participación política, el anhelo de las víctimas de conocer la verdad, que se les repare y que no se vuelva a repetir los horrores de la guerra para ninguna familia, entre muchas otras más.

Votar Sí es apostarle a la esperanza de la paz, es contribuir con ella, es comprometerse a trabajar por ella. ¿Qué otra cosa podría ser más valiosa que dicha esperanza? Solamente lo es alcanzar ese anhelo, concretar ese sueño. Y en eso no podemos equivocarnos, necesitamos del Sí para que este se haga realidad.

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