El próximo martes se posesiona Iván Duque como presidente de Colombia, y Marta Lucia Ramírez como su vicepresidente. Tengo muchas esperanzas en su gestión como líderes de este país, deseo que les vaya bien, y le rezo a Dios para que puedan cumplir con sus promesas de campaña.
Ningún colombiano que ame a este país le puede estar deseando el fracaso al nuevo presidente, nadie que piense en el futuro de Colombia puede estar proponiendo la polarización y el odio al Gobierno como estrategia política.
Colombia requiere avanzar en democracia, reconciliación y paz, y para ello todos debemos aportar. El primer reto es superar nuestros prejuicios, el segundo pasar a la acción ciudadana.
Los mensajes de Duque en contra de la corrupción, el orden fiscal y macroeconómico, el apoyo a las empresas que creen empleos y mejoren los ingresos de los trabajadores, y la necesidad de dar una mayor participación de las regalías a las regiones, son muy buenos anuncios.
Varios son los temas en los que el nuevo gobierno trabajará.
Uno de ellos es el cambio al modelo de las EPS. No conozco al primer conciudadano que no se queje de estas, todos hemos vivido experiencias negativas con relación a la calidad del servicio, los hospitales denuncian permanentemente el no pago y el incremento de las deudas que las EPS tiene con estos. Como candidato, el hoy presidente electo, propuso impulsar una ley que las obligue a pagarles antes de que se cumplan tres meses de la prestación del servicio.
Un tema que seguramente será muy polémico y dará origen a muchos debates es la aprobación de una nueva reforma tributaria. Todo el país es consiente que la última reforma tributaria del gobierno Santos no cumplió con la meta de ser estructural y que por el contrario quedaron muchos temas por resolver. Duque deberá proponer una reforma que lleve al país a mayores niveles de competitividad, en donde se reduzcan los impuestos de rentas a las microempresas, mediante la cual se impulse el crecimiento de los distintos sectores productivos, y que fortalezca los tributos territoriales.
El otro tema controversial será la reforma pensional. La verdad es que este y el anterior tema demandan una responsabilidad tan grande para el próximo jefe de estado que cualquiera que hubiera triunfado en las elecciones estaba obligado a resolverlo. El sistema pensional que necesitan los colombianos es uno con mayor cobertura y equidad, el reto es diseñarlo sin tener que subir la edad de jubilación.
Iván Duque y Marta Lucía Ramírez a partir del martes serán los líderes de nuestra Nación, espero que nuestros gobernantes locales, gracias a la mediación de la clase política y de los altos dignatarios que tienen profundas raíces y compromisos con el Tolima, articulen sus esfuerzos y tareas para resolver los grandes problemas de crecimiento económico, progreso social, y demandas ecológicas que tenemos en nuestra región.
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