Smart city

Jaime Eduardo Reyes

Ibagué sigue siendo una ciudad rural, luchamos permanentemente por buscar la modernidad pero nos quedamos cortos, cuando se revisa en qué estado estamos frente al uso del desarrollo tecnológico nos damos cuenta que nos mantenemos en una etapa pre-moderna. Esto lo escribo con el ánimo de motivar la búsqueda de programas que nos lleven al siglo 21 antes de que termine la tercera década.

El Gobierno municipal planteó con Findeter un plan prospectivo al 2037 que busca que Ibagué sea una ciudad sostenible, en lo general esa propuesta es un buen referente, sin embargo, se queda corta en el uso de la tecnología: las referencias al uso de la ciencia y la tecnología para lograr una mayor calidad de vida es pobre.

Y es que como siempre ocurre, la realidad de las cosas muchas veces desborda el pensamiento de los planificadores y de los propios gobiernos.

Escribo sobre este tema porque la semana pasada asistí a dos eventos que revivieron mi interés; el primero en el conversatorio Smart Human City en la Universidad de Ibagué en donde Oscar Chamat, un ibaguereño que desde Barcelona, España, está liderando por el mundo la transferencia de conocimiento sobre ciudades inteligentes y el éxito de la aplicación de la tecnología en el diario vivir de esa ciudad, y, el segundo en la feria Smartco de Medellín en donde 260 empresarios menores de 30 años expusieron sus emprendimientos Smartsupp.

Con relación a las ciudades inteligentes, en este escrito solamente deseo establecer la idea de la Smart City, “son aquellas ciudades que utilizan el potencial de la tecnología y la innovación, junto al resto de recursos para hacer de ellos un uso más eficaz, promover un desarrollo sostenible y, en definitiva mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.

En nuestra ciudad se empieza a ver la demanda de este tipo de cosas cuando decenas de personas están sentadas en la plaza de Bolívar colgadas del wifi del parque. Y la verdad es que tal vez es el único ejemplo que me llega rápidamente a la mente, aunque los ibaguereños usan cada día mucho más el internet de las cosas, el big data, y las aplicaciones móviles.

Y es precisamente en este campo en donde aparecen las smartsupp, herramientas digitales que apoyan las empresas y que en sí mismas lo son. Este tipo de herramientas están mejorando el desempeño de las empresas, acercando al cliente y al empresario de una manera mucho más efectiva y rápida. También se están convirtiendo en un sector de negocios en el que se debe estar. En un mundo en donde los dispositivos celulares y otros se han vuelto una extensión del cuerpo usarlos deja de ser una opción, hay que hacerlo.

Tenemos que trabajar porque Ibagué sea una ciudad inteligente, con ibaguereños usando las tecnologías y buscando una industria 4.0. Hay que hacerlo rápido porque los avances tecnológicos no dan espera, de lo contrario la brecha del desarrollo seguirá creciendo.

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