La teoría económica enseña que el mercado tiene dos agentes económicos, los hogares y las empresas, cada uno de ellos cumple un rol, los hogares son los dueños de los factores de producción y demandan bienes y servicios, y las empresas alquilan los factores de producción y ofrecen bienes y servicios. Con base en estas asignaciones de roles se ha diseñado por décadas las distintas políticas públicas.
Sin embargo, esta situación ya no es tan clara para ciudades como Ibagué en donde existe una línea difusa en la frontera del complejo mundo de las tareas económicas de los agentes del mercado. Trabajar con un modelo que no reconoce la realidad actual conlleva a que exista un sector de agentes económicos invisible sobre el que no se diseña políticas públicas. Quiero dejar claro que pareciera existir un nuevo agente, pero que los dos tradicionales siguen presentes en el mercado.
¿Cuál es el nuevo agente? ¿Cuál es el rol de este?
En el marco de la economía popular, ciudades en desarrollo, como Ibagué, en donde los gastos de muchos hogares superaran los ingresos, las familias han asumido el papel de productores de bienes que al venderlos mejoran sus entradas de dinero.
Aún no se cómo llamar este agente, y por supuesto que en la teoría existe muy poca referencia de este fenómeno por no decir que ninguna, pero si puede afirmarse que su rol es hacer negocios de forma intermitente e informal con el fin de obtener ingresos para equilibrar los flujos de dineros propios de la economía doméstica.
Este fenómeno ha sido estudiado por muchos años en el mundo rural, identificando que las familias campesinas adelantan actividades de producción y mercado para el autosostenimiento y la supervivencia. Se produce la tierra –factor de producción de propiedad del campesino- gracias al uso de la mano de obra de la familia con el fin de obtener excedentes que sirvan para el autoconsumo y el ahorro. Es una forma de superar la pobreza monetaria. Atención, este hogar es conocido como familia campesina, diferente a los pequeños productores rurales.
En el mundo urbano está sucediendo algo similar, las familias pobres, que no participan de manera estable en el mercado laboral y que no tienen trabajo formal decente están logrando el autosostenimiento y la supervivencia gracias a actividades de producción y mercado en lo que se podría llamar economía popular. Así las cosas, la familia logra obtener excedentes para el ahorro y el intercambio. Un problema que se asocia a este esquema es la falta de líneas de crédito formal lo que ha conllevado al incremento del uso del sistema conocido como gota a gota.
Estas familias urbanas logran superar la pobreza monetaria y le hacen el quite a los fenómenos de desempleo, pero a medida que las condiciones económicas empeoran, se destruye el tejido productivo y se pierden los empleos, este fenómeno aumenta y con él, los problemas que trae la informalidad.
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