Editorial: Un escenario completamente nuevo

En este momento el municipio es el primer productor de café del Tolima y el tercero del país.

Como un escenario sorprendente aparecía la Feria de Cafés Especiales celebrada en Planadas, en el profundo Sur tolimense. Es preciso recordar que hasta hace muy poco, y pese al enorme potencial de una tierra feraz y gente laboriosa y emprendedora, esta se debatía en medio del abandono, la exclusión y la confrontación.

Emociona ver cómo al mejorarse la comunicación, con la construcción de una carretera, inexplicablemente postergada, que ya avanza Gaitania, se multiplican las oportunidades y se puede ser testigo de una transformación que ocurre día a día.

La Feria se constituye en el lanzamiento internacional de una región con base en una nueva imagen con características muy especiales. De la violencia que la identificaba hace unos tres lustros, ahora aparece como la indisputable productora del mejor café del mundo, que obliga a promover una marca regional y a soñar con alcanzar una denominación de origen.

No son fábulas de mentes calenturientas, sino una maravillosa realidad. En los últimos certámenes internacionales de la rubiácea, el café cultivado en Planadas ha obtenido los primeros lugares en calidad.

La distinción no es gratuita. A la feracidad de la tierra (que tiene la misma composición geológica de la del otro lado de la cordillera) se suma el que no ha sido sobreexplotada ni soportado exceso de agroquímicos. Esas cualidades han sido acentuadas con programas de la Federación de Cafeteros, el Comité departamental y la organización del gremio local. Ahora el municipio es el primer productor de café del Tolima y el tercero del país.

La consolidación del evento fue un logro de la comunidad, la Gobernación y sus distintos organismos, la Federación y el Comité y la diligencia y creatividad de la gente del municipio con su dinámico alcalde, José F. Dussan, y su esposa. Fueron cuatro meses de planeación, invitaciones, contactos y creación de una infraestructura que pudiera superar los problemas logísticos. Todo, para confluir el éxito con 402 lotes de café inscritos de diversos municipios de dentro y fuera del Tolima, la presencia de comercializadores internacionales de Japón, Europa, Estados Unidos y una selección de baristas de primera línea.

A todo lo anterior se suma la enorme satisfacción de ver los efectos de un apoyo institucional, el progreso que se advierte en todos los rincones del municipio y los beneficios de un colectivo que con mejora en los procesos productivos, asociatividad, cualificación de la labor postcosecha, pero, sobre todo, un nuevo espíritu de paz que se vive en una región otrora azotada por la violencia. Son presagios de lo que puede suceder en otros lugares cuando se consolide la paz.

REDACCIÓN EDITORIAL

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