Volvieron las chuzadas ilegales

Que curioso, hace más de una década las interceptaciones ocurrieron en el Gobierno de Uribe, hoy es en el mandato de su pupilo. Que no quede en el ambiente que se trata de una “vieja maña“.

Los colombianos estábamos seguros que el país había superado actuaciones perversas y oscuras como las famosas chuzadas ilegales de hace más de una década. Lamentablemente no y no. Volvieron a cobrar vigencia. Cambiaron de la corbata al camuflado.

Hace un poco más de una década, el entonces Departamento Administrativo de Seguridad DAS se dedicó, aparentemente recibiendo órdenes de sus superiores, a interceptar las comunicaciones de magistrados, políticos de oposición, periodistas y ONG. Al final de ese capítulo aciago, María del Pilar Hurtado fue condenada a 14 años de prisión en el año 2015.

Este fin de semana, la misma Revista Semana, que hace unos años denunció el escándalo, volvió a revelar detalles de la “moderna” versión de las chuzadas ilegales.

La prestigiosa Revista reveló una abultada investigación; afirmando que el Ejército estaría chuzando, siguiendo y grabando a magistrados, políticos, defensores de derechos humanos y hasta periodistas; actuación que le habría costado el puesto al comandante del Ejército, general Nicacio Martínez; quien “fue dado de baja de su cargo”, a finales de diciembre del año anterior.

Entre los afectados figuran el senador Roy Barreras, la magistrada de la Corte Suprema de Justicia Cristina Lombana, que en un principio llevó la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe, y el exgobernador de Nariño, Camilo Romero. Según la denuncia, aparentemente no es una práctica exclusiva del Ejército, sino de otras instituciones también del Estado.

Los colombianos le reconocen al Ejército muchos actos valerosos durante estos años; pero esta estrategia resultó perversa y como dicen en el barrio: “De quinta”. La cuerda ya se rompió y ahora, seguramente, vendrán nuevas revelaciones.

Si hay manzanas podridas deben salir de la Institución y el Gobierno está en la obligación de dar garantías que habrá depuración. Que curioso, hace más de una década las intercepciones ocurrieron en el Gobierno de Uribe, hoy es en el mandato de su pupilo. Que no quede en el ambiente que se trata de una “vieja maña“.

EL NUEVO DÍA

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