Todos contra el dengue

Los casos de dengue en Ibagué han aumentado en forma alarmante en el inicio del año. De acuerdo con la Secretaría de Salud Municipal, hasta el pasado martes se habían reportado 108 contagios; la población más afectada es la de los niños entre cero y cinco años, y las comunas con más casos son las siete y ocho.

Esta es una situación que requiere la implementación de acciones inmediatas. El control de la enfermedad depende sustancialmente de los cuidados que tome la comunidad, de las medidas autoprotección y de la erradicación de los criaderos del mosquito transmisor. Pero también contribuyen eficazmente, la presencia, la guía y el control que ejerzan las autoridades sanitarias.

El dengue es un problema creciente en las Américas, debido al impacto del cambio climático y por eso la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda a las autoridades sanitarias que se no descuiden las estrategias de prevención. Estas establecen la aplicación de planes integrales y multisectoriales que incluyen la combinación de campañas preventivas, la educación permanente en los ámbitos escolares, comunitarios y en los centros asistenciales y la realización de actividades de seguimiento y control en los barrios, guiadas por personal entrenado en estos temas.

Estas últimas acciones se aplicaban hasta hace algunos años. Cuando se incrementaban los casos, las secretarías de salud municipal y del Tolima realizaban campañas que llegaban a todos los hogares. Se visitaban las casas, se informa sobre la forma de limpiar las albercas, se invitaba a deshacerse de llantas u otros objetos en los que se formaran depósitos de agua y se entregaban recomendaciones generales sobre la manera de proteger a los integrantes de la familia de las picaduras de zancudos. Pasado un tiempo, los vigías de la salud, como eran llamados los orientadores, visitaban de nuevo las viviendas para verificar si se habían seguido las recomendaciones. En algunos barrios donde la presencia del zancudo era abundante se realizaban fumigaciones.

La difusión de campañas a través de las redes sociales y los medios de comunicación es importante, pero no es la única acción que se debe ejecutar para conseguir resultados. Se requieren estrategias continuas e integrales, que busquen modificar las conductas en las comunidades y las familias, para mitigar los factores de riesgo.

 

El Nuevo Día.

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