Al planeta Tierra la depredadora especie humana lo está calentando con sus gases de efecto invernadero y abarrotando de gente con todas las consecuencias que ello implica. Hoy alberga 7.000 millones de habitantes y para el año 2.040 se estima que serán 9.000 millones de devoradores de recursos naturales. Para esa fecha se necesitará el 50% más de alimentos, 45% más de energía y 30% más de agua.
Recientemente en Bangladesh, país vecino de la India, se desplomó un edificio pereciendo más de setecientos empleados de una fábrica dedicada a producción de prendas de vestir para la exportación; recibían salarios mensuales por debajo de los cincuenta dólares en extenuantes jornadas laborales y en un entorno físico peligroso e inhumano que culminó en tragedia.
Vemos con preocupación que mientras el Gobierno está organizando la ejecución de la Ley de Tierras, ya existen ejércitos y bandas que buscan frustrar el intento.
Una de las grandes conquistas de la democracia es la elección de alcaldes. Es el pueblo decidiendo su destino. Los griegos en la asamblea popular elegían a los arcontes, quienes eran los jefes del gobierno. Era la democracia directa.
Cuando el santandereano Florentino González, ministro del General Tomás Cipriano de Mosquera, impulsó la ley de libre cambio en la Nueva Granada, los artesanos se sintieron perseguidos y organizaron las célebres sociedades democráticas con el fin de impedir la ejecución de la norma.
En los últimos meses han ocurrido en Colombia hechos de gran significación. La acción de la justicia en asuntos de corrupción administrativa tiene al país en un verdadero torbellino de pasiones.