Un crimen atroz

La Policía Nacional es una institución democrática cuya función consiste en proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y en asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.

La protección ambiental, una obligación

Al tomar posesión de su cargo, el presidente de la República, Gustavo Petro, manifestó, bajo la gravedad del juramento, que se obligaba a cumplir y a hacer cumplir la Constitución Política de 1991, uno de cuyos componentes más importantes tiene que ver con la protección del ambiente, motivo por el cual, desde el principio de su vigencia, se la ha considerado una constitución ecológica.

DD.HH.: Un Compromiso Indeclinable

Un elemento de primordial importancia durante el gobierno del presidente Gustavo Petro será, según lo han manifestado él mismo, la vicepresidenta Francia Márquez y varios de los ministros ya designados, será la protección, promoción, defensa y garantía de los Derechos Humanos.

Derecho a la vida, sin protección

Según el preámbulo de nuestra Constitución -que hoy no es simplemente una aspiración sino la directriz fundamental, vinculante, para la función y actividad del Estado-, el pueblo, en ejercicio de su poder soberano, y por conducto de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, puso en vigencia esa Carta Política, entre otros fines con el de asegurar a la población la vida, la convivencia, la justicia, la libertad y la paz, “dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo”.

El nuevo Gobierno

Está muy bien que el presidente electo Gustavo Petro se haya comprometido, desde su campaña, a “cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia” (Art. 192 C.P.), sin perjuicio de promover los ajustes y reformas que pueda requerir para realizar su programa de gobierno.

Ante la realidad

Este 20 de julio se instaló el nuevo Congreso y el 7 de agosto toma posesión el presidente de la República Gustavo Petro, quien ha venido conformando su equipo de gobierno. Dos de las ramas del poder público, que tienen al frente numerosos desafíos, en especial los referentes a reformas constitucionales y legislativas que han venido siendo anunciadas.

Estudiar bien las reformas

Es perfectamente normal que la opción ganadora en los pasados comicios, en cuanto -según su lema- fue elegida con el objeto de introducir cambios en el interior de la sociedad y del Estado, y para buscar la forma eficiente de aliviar a inmensos sectores de la población -que vienen siendo víctimas de la desigualdad, la violencia y el abandono-, haya anunciado proyectos de reforma constitucional y legislativa.

Un borrador democrático

En Chile, tras el estallido social de 2019, tuvo lugar un histórico plebiscito, votado el 25 de octubre de 2020. Por abrumadora mayoría, el pueblo adoptó la decisión de iniciar de inmediato un proceso constituyente, con el objeto de poner término a la vigencia de la Constitución de Pinochet y expedir una Carta Política democrática.

Luchar contra la desigualdad

En febrero de este año se informaba que, según el Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre, Oxfam, Colombia es el segundo país más desigual de Latinoamérica.

Segunda vuelta

Los resultados de la primera vuelta en las elecciones de presidente y vicepresidente de la República sorprenden a muchos, pero, como lo habíamos dicho en esta columna, nada bueno se podía esperar de un proceso político en que no fueron expuestos los programas, ni las propuestas de gobierno, sino el objetivo de bloquear a un determinado candidato; en un clima de manipulación mediática y “debates” en que predominaron las ofensas, los ataques, la animadversión, las frases ingeniosas de descalificación, lo superficial y lo vacuo; la carencia de todo contenido; la incoherencia y la falta de visión sobre lo que pueda servir al interés general.