Ucrania: por una solidaridad al derecho

No hace mucho, un amigo se deshizo de algunas matrioskas; de su discoteca sacó a Chaikovski y Stravinski; de su biblioteca, a Dostoievski, Lenin y Tolstoi; y expulsó de sus recuerdos a una linda rusa que le hacía soportables las frías noches moscovitas de cuando disfrutaba como estudiante de la solidaridad soviética.

Entre fraudes y advertencias

Dejando de lado la invitación del uribismo a desconocer el resultado de los pasados comicios, las dos noticias más destacadas de ese evento electoral fueron sin duda, en primer lugar, la aplanchada propinada por Petro a sus contendores de consultas, especialmente a Fico Gutiérrez y Sergio Fajardo, y en segundo lugar, la enorme diferencia encontrada entre los datos reportados por la Registraduría a través de sus boletines oficiales y los hallados en los escrutinios, después de que el propio Petro denunciara la inexplicable ausencia de votos en cerca del 25 por ciento de las mesas del país.

El pacto histórico, única alternativa popular

El Pacto Histórico previó sacar cinco millones de votos en su consulta y las urnas le dieron cinco millones 800 mil. Dentro de ella, Gustavo Petro, superó con sus votos la sumatoria de los que obtuvieron los ganadores de las otras dos. Entre todas las candidaturas, Francia Márquez, también precandidata del Pacto, obtuvo la tercera votación, tan solo superada por su compañero Petro y por ‘Fico’ Gutiérrez, el candidato de la derecha. Pese a lo anterior, alguien dijo que el Pacto Histórico había querido ir al Mediterráneo y solo pudo llegar a San Andrés. Es esa una interpretación sesgada, por supuesto, pero si así lo fuera, tendríamos que contestar que lo de San Andrés es solo una parada técnica. Nuestro destino es claro y, si nos esforzamos un poco más, no tendremos más que prepararnos para el feliz arribo.

Expectativas electorales

El Pacto Histórico es la congregación política que mayores expectativas tiene puestas en la conformación del Congreso que se elegirá el domingo. Esta coalición pretende depurar las células legislativas, que desde hace tiempo están convertidas en cuevas de Rolando, y para ello necesita de mayorías absolutas en ambas cámaras, o al menos de un número tal de curules que le permitan perfilar acuerdos con otras bancadas, pues no de otra manera podría cumplir tan esperado propósito.

La despenalización del aborto

Muy merecida de celebración ha sido la decisión de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto. Este fallo es parte de la solución del grave problema por el que a diario pasan miles de mujeres que, al verse necesitadas de abortar, deben hacerlo clandestinamente, en precarias condiciones de salubridad, atendidas por personas insuficientemente preparadas y bajo el riesgo de morir o, si sobreviven, de caer en el remordimiento de haber violado preceptos legales, sociales, religiosos e incluso morales que consideran de obligatoria observancia.

¿Es sucia la política?

A raíz de los frecuentes actos de corrupción en que incurren muchos políticos, algunos seguidores suyos, tratando de justificarlos, manifiestan que no importa, que al fin de cuentas la política es sucia. ¿Será cierto que lo es? Porque si lo fuera, ¿qué hace que algunas personas honestas la practiquen? ¿Será que lo son, pero no mucho? ¿O será que son cristales impolutos a través de los cuales puede pasar toda inmundicia sin mancharlos ni romperlos y ni siquiera contaminarlos?

Ingerencias de la Ocde

En reciente reunión de la OCDE, esta organización de los países más desarrollados, a la cual absurdamente pertenece Colombia, impartió una serie de recomendaciones que nuestro país debe cumplir, en aras de poder mantener su membresía en este mal llamado club de los países ricos, y conservar sus “beneficios”.

Tolima, visión 20-50

Poner de acuerdo a tirios y troyanos en torno a unos objetivos que conduzcan a la mayor suma posible de satisfacciones sociales no deja de ser un reto de difícil concreción, y más aún si tales objetivos deben llevar implícito el reconocimiento de que los resultados que se buscan deben estar distribuidos sin ventajas para ninguno.

Los nuevos manguitos

A diferencia de lo que ocurre en Colombia, donde la participación electoral apenas sí llega a la mitad de la población apta para votar, a las urnas de nuestra hermana República de Honduras acudió en los pasados comicios el 68,58 por ciento.