¿Será mucho pedir? candidatos sintonizados con la gente

Jaime Eduardo Reyes

Mientras la atención de los analistas políticos se centra en explicar la estrategia de los precandidatos de recoger firmas para avalar sus candidaturas presidenciales y la explicación de la imagen desfavorable de los Partidos Políticos (80%) y de la Clase Política (88%), pasa desapercibida la prioridad que la gente le da a los principales problemas que debiera resolver el próximo presidente.

Todos los candidatos caen en lugares comunes y ninguno se compromete a fondo, le hablan a la galería y cambian de discurso dependiendo del rating, un día son laicos y al otro creyentes, un día buscan el aval de un partido y al otro firmas. Al final, el descontento de la gente es monumental.

En la ultima encuesta de Pulzo País Colombia Septiembre de 2017 publicada por el diario El Tiempo la desaprobación del presidente Santos y su gobierno es de las mas altas en la historia del país.

¿Por qué la gente califica con tan bajas notas al presidente y a sus ministros? La respuesta se podría encontrar en las promesas de campaña y sus incumplimientos, por ejemplo el caso del Ministro de agricultura Iragorri, lleno de anuncios e incumplimientos. Y la verdad es que tal vez esto podría ser un mal recuerdo si se advirtiera que el próximo gobierno va a cambiar las cosas, pero todo indica que no va a ser así. Lo que ya esta pasando en la (pre) campaña electoral muestra que la situación no va a mejorar.

El discurso se sigue confeccionando para buscar el voto emocional del elector, usando la descalificación de sus oponentes, casi nunca proponiendo cómo se resolverán los principales problemas. Discursos incoherentes que aspiran a que la gente no recuerde.

Según la encuesta ya mencionada, en septiembre, los tres principales problemas son la calidad de la salud, el desempleo y la calidad en la educación. Los siguientes tres son la seguridad nacional, la economía y la inseguridad. En Junio los temas fueron los mismos.

Así las cosas, ni el proceso de paz, ni siquiera la corrupción aparecen entre los primeros cinco problemas priorizados por la gente. Y entonces, ¿Por qué los candidatos se concentran en otros temas y no en los que la gente asumen como los principales problemas? Pues, porque la agenda de los políticos es distinta a la agenda de la gente, la agenda del poder es distinta a la agenda de los problemas. Existe una clase política totalmente desintonizada con la gente.

En esta proliferación de precandidatos ojalá surgiera alguno que se sintonizara con las demandas de la gente y no con las demandas de los políticos, a ese candidato valdría la pena seguir, un candidato o candidata que propusiera un plan de gobierno realizable, coherente, que responda a la realidad que viven las personas. Aun queda tiempo para que resuelta la mecánica electoral estos se dediquen a lo que de verdad importa, solucionar los problemas de la gente. ¿Será mucho pedir?

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