Resulta sumamente necesario elevar una alerta nacional, para que ad portas del posconflicto, una de las prioridades sea aquella de tratar con eficacia la Leishmaniasis, llamada por algunos como la “enfermedad de la guerra”.

Cuatro cambios importantes hizo el mandatario local. Los retos de los nuevos funcionarios es que no solo logren responder a la confianza del Alcalde, sino que cumplan a los ibaguereños.

Con el caso de Odebrecth, y los anteriores escándalos de corrupción como el de los Nule en Bogotá, y el desfalco de los escenarios deportivos en Ibagué, ya está más que claro que en Colombia, ser contratista del estado es un ‘negociazo’, y más cuando se cuenta con la alianza de políticos corruptos.

Los líderes y dirigentes políticos siempre estarán llamados a hacer uso del carisma y el buen trato con los ciudadanos. No de la misma forma que un político, pero con la responsabilidad de ser un ciudadano ejemplar, están los empresarios, periodistas, actores, artistas y deportistas.

Eso debería ser lo más importante, antes que el castigo, que quién entre preso, pueda tener acceso a corregir su conducta. Difícil que suceda en condiciones así.

Sea esta la oportunidad de reclamar a nuestros dirigentes, aquellas campañas de prevención y salud mental que se han llevado a cabo sin éxito y por temporadas casualmente cuando se presenta algún caso relevante. El tema del suicidio no es cualquier cosa, y es sumamente necesario que se le dé la importancia que merece y el espacio en aulas de clase y universidades.

El tema de si Colombia es o no un gran destino turístico para la comunidad gay, no tiene sentido, si se sigue permitiendo la intolerancia y el rechazo a dicha comunidad.

El problema es que a muchos se les olvida que la buena labor periodística consiste en eso, en criticar con argumentos cuando es necesario hacerlo. Todo lo demás son relaciones públicas, bien dijo George Orwell.

Si bien el gobernador no tuvo mayor injerencia en la campaña, era entendible que Mejía era el candidato de su agrado al ser de su mismo partido, también porque con la victoria de Mejía, el barretismo se hubiera ganado un aliado en ese municipio de cara a las próximas elecciones legislativas, en donde la apuesta será llevar a Miguel Ángel Barreto al Senado.

Hoy, el único camino que le queda a las fuerzas militares y a las autoridades colombianas es seguir combatiendo con firmeza a quienes se bajaron del bus de la paz, que parece ir por buen camino.