Nelida Ayay y Daniel Chaupe Acuña son dos peruanos procedentes del departamento de Cajamarca, y estuvieron de paso por Ibagué, hablando sobre la lucha de resistencia civil que han promovido durante los últimos años en contra de la minería a gran escala.

Daniel vive en Tragadero Grande - Laguna Azul, y hace resistencia en contra del proyecto Conga, administrado por la minera Yanacocha; al respecto, narra que su él y su familia no vendieron su predio a la multinacional, motivo por el que hoy viven dentro del proyecto.

“Nuestro interés es que quede libre nuestro territorio, que no haya más muertes, ni contaminación, por eso seguimos luchando en pie”, contó Chaupe Acuña.

Además de buscar la protección de la tierra como fuente de sustento y de vivienda, también lo hace por las lagunas que se encuentran en esta parte del Perú, recurso hídrico que se ha convertido en otro de los motores de su lucha diaria.

Esta actividad no ha sido fácil, ya que los grupos que se oponen a los proyectos mineros que se ejecutan en Cajamarca no tienen el respaldo de las autoridades departamentales y nacionales.

Lo que más tristeza produce en los habitantes de esta zona, según los ambientalistas, es que a pesar de que están con la mina de oro más grande de Latinoamérica, Cajamarca se ubica en el segundo lugar de pobreza.

De otro lado, Nelida narró que gran parte de los cajamarquinos que trabajan en los proyectos tiene presencia de mercurio en la sangre.

“De qué les ha servido que ganen dinero, si apenas tienen entre 30 y 40 años y toda esa plata que ganaron tienen que utilizarla para su salud, y encima la empresa no lo reconoce.

“Nuestra arma de defensa es salir a las calles a protestar, para que las autoridades y el pueblo entero se enteren de lo que pasa; en caso contrario, seremos invisibles”, contó la ambientalista.

Teniendo en cuenta que en su país las comunidades campesinas no tienen la posibilidad de hacer consultas populares, Nelyda indicó que es una oportunidad de informarse, salir y pronunciarse sobre el tema.

Y aconsejó que es necesaria la movilización, pero “pacíficamente, porque después pueden ser denunciados por disturbios. Debe ser a consciencia y estar fundamentado sobre por qué no se quiere la minería en las partes altas, y cuáles van a ser los impactos o consecuencias que se van a generar”.

Otra de las actividades fue presentar a los ibaguereños el documental ‘Hija de la Laguna’, filme que muestra las vivencias de los habitantes en esta parte del país Inca.