Comunidad de San Luis y Ortega ven como se sigue desapareciendo el río Cucuana

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Los habitantes del sur del Tolima, afirmaron que aun no han sido escuchadas sus reclamos para que se tome medidas a favor del río, por ello buscan dialogar directamente con las empresas extractoras.

Caminar por el puente del río Cucuana ubicado en Ortega, es encontrarse de frente con una realidad que desde hace años los residentes de San Luis y Ortega han denunciando, pues este afluente que era la vida de varias comunidades campesinas e indígenas, al día de hoy solo son playones rocosos que conservan la huella de lo que el Cucuana fue en sus mejores días.

Según los vecinos del río, la situación se ha derivado en gran medida por las explotaciones de material de arrastre que se han practicado por cerca de 15 años sobre el afluente, pues según contó Alvaro Lozano, nacido en esta parte del Tolima, con los permisos que se dieron para ejecutar este trabajo, el río quedó desprotegido, “es como cuando le quitan a uno la ropa, es decir queda a la deriva de toda clase de problemas”.

Este es la percepción que tienen, especialmente los adultos mayores, pues con el paso del tiempo han visto cómo se ha ido desapareciendo lentamente este recurso hídrico y afirmaron que debido al “saqueo” que se ha hecho de piedras y arena, hoy solo se pueden apreciar “peñoneros”.

Otro factor al que se le atribuye esta perdida, es a la represa Korea de UsoCoello ubicada en la vereda Guadalajara en San Luis, “hace 10 años que esto se acabó, porque la represa ha ido absorbiendo mucha agua y han venido empresas a seguir sacando material, no sabemos de dónde, ni quiénes son, solo llegan con sus maquinarias a llevarsen todo y nadie hace nada”, dijo Blanca Pinilla, habitante de Cucuana.

Del dicho al hecho

El llamado que hacen estas personas, se debe a que no tienen como sostener cultivos de pancoger pues no hay agua, a esto se le ha sumado la sequía de los aljibes que tuvieron que ahondar 30 metros más para poder encontrar líquido.

Por ello, varios presidentes de las juntas de acción comunal y los cabildos indígenas San Martín Calará y Chicuambe - Las Brisas, tomaron la iniciativa de hacer una protesta pacífica ante las empresas trituradores para exigir que se sienten con ellos a dialogar sobre lo que está sucediendo.

“Les dijimos que pararan la explotación, hasta que logremos hablar, por qué no sabemos el proceso que están llevando sin control”, contó María Deysi Ramírez, gobernadora del Resguardo indígena Chicuambe – Las Brisas.

Se estima que hay cuatro trituradoras en la zona, de ellas tres respetaron el acuerdo de parar labores hasta tanto no se realice una asamblea, mientras que la otra continúo con el trabajo extractivo.

La representante cuenta que, aunque este trabajo de explotación es inició hacia el año 2000, hasta ahora la comunidad decidió unirse debido a que ya son muy notarias las consecuencias ambientales que hay sobre el Cucuana, “no hay agua, vienen las trituradores llevándose todo lo que es de grava y UsoCoello causa otra problemática, que no nos deja agua en el verano y tenemos un acueducto que no sirve para nada”, agregó Ramírez.

Como la idea es agotar todas las estancias de diálogo, desde ya se está trabajando en la organización de una reunión en la que se pueda solicitar que no haya más extracción, porque “lo que tenían que sacar, lo sacaron hace 10 años. Ya no hay material, solo queda peña. Ellos están esperando a que el río crezca y les traiga el material, pero ya no hay nada que sacar”, comentó Pompilio Monroy habitante de Puente Cucuana.

Ordenamiento del río

Al consultar a Cortolima sobre lo que pasa con el río Cucuana, Jorge Enrique Cardoso, director explicó que este afluente es afectado porque esta sometido a una serie de intervenciones antrópicas en la cuenca alta por inadecuada prácticas agropecuarias, lo que ha permitido agotar nacimientos de agua, también influye “la generación de energía eléctrica que tiene Hidrocucuana y Epsa, al igual que los títulos mineros que se han otorgado para extraer material de arrastre”. Agregó que la comunidad no comprende que la notoria disminución se debe a las inadecuadas prácticas que se hacen en la cuenca alta, media y baja.

En cuanto a la concesión de agua otorgada a UsoCoello, estaría siendo objeto de seguimiento. Por ahora se está trabajando en un ordenamiento del caudal para distribuirlo de tal manera que alcance para satisfacer las necesidades productivas, las domesticas y las de la propia fuente hídrica.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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