La política económica del presidente Santos se inspira en parte en el pensamiento de Domingo Cavallo, el principal responsable de la peor crisis que viviera Argentina en los últimos años.
Tal parece que a quienes desde el Polo Democrático Alternativo queremos presentar nuestras candidaturas en la campaña electoral en curso se nos quiere vulnerar ese derecho. De tal grado son los atropellos que venimos sufriendo en la poca propaganda que hemos podido financiar con nuestros escasos recursos.
Con el más extremo descaro se ha querido confundir a los colombianos con la falsa idea de que entre el presidente Santos y su antecesor existe un desencuentro de criterios acerca del manejo del Estado que hace de este un opositor de aquel.
Revisando el Estatuto Tributario de Ibagué, es fácil comprobar cómo a la tradicional injusticia que propicia el sistema capitalista, esa que se manifiesta en la explotación inmisericorde de unos pocos contra casi todos los demás, se suma otra originada en el Estado, y que se expresa en la manera como utiliza los recursos que capta, pero también en la manera de captarlos.
Terminó el plazo para la inscripción de los candidatos a las dignidades que estarán en juego el 30 de octubre y comienza el agite de quiénes estarán reclamando el respaldo a unas propuestas que, además de sus innegables intereses de clase, generalmente cuentan con una buena carga de demagogia.
Con el llamado de la Fiscalía a investigar a los hijos de Uribe, resulta útil recordar que los más encendidos discursos del expresidente, en su primera campaña presidencial, estuvieron relacionados con las guerrillas, la politiquería y la corrupción.
La decisión del Polo Democrático Alternativo de entregarle a Aurelio Suárez Montoya la candidatura a la Alcaldía de Bogotá ha sido recibida con notable alegría por los millares de colombianos que reconocen en este destacado dirigente una prenda de garantía de que sus luchas, las de los colombianos, van a contar con el más entusiasta animador, ahora desde el propio Palacio del Liévano.