“No te quejes si los bandidos te gobiernan”

“... La política pierde terreno en todo el mundo, la gente ya no cree en ella y eso es muy peligroso. Aristóteles nos dice: “Si no quieres estar en política -en el ágora pública- y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan”, (Cita del Filósofo George Steiner).

Moderación, por favor

Posiblemente también usted ha observado la creciente tendencia, entre altos funcionarios del gobierno y ahora en algunos candidatos a cargos de elección popular, a referirse en términos superlativos cuando califican su desempeño y logros que, como mínimo consideran “históricos o inéditos”, con el fin de magnificar cuanto reportan.

Veedurías ciudadanas: una “Causa Común”

En mi anterior columna insistí en la importancia de que quienes aspiren a cargos de elección popular precisen el qué y el cómo de sus propuestas para que sus discursos no se queden en titulares vacíos e indiferenciados. Dije también que es tarea irrenunciable de la sociedad civil exigir cuentas y verificar que se cumplan los compromisos adquiridos. A ella se suma la responsabilidad de vigilar el manejo responsable y transparente de los recursos públicos, una ardua labor en un escenario como el que vivimos en Colombia, donde el incumplimiento de los compromisos, la corrupción y la impunidad son inmensas, y donde el cúmulo de “elefantes blancos” es abrumador.

¿Detesta usted la política?

Si usted es una de esas personas que suele decir que: “no le interesa la política, que no le gusta, que la detesta, o que es apolítico”, debe saber que infortunadamente son muchos los colombianos que opinan igual. Posiblemente porque no tienen clara la diferencia entre “política y politiquería”, debido a que en su entorno el ejercicio de la última es lo que ha predominado y conoce sobre la corrupción, la manipulación, las falsas promesas, la compraventa de votos y demás corruptela que la caracteriza, y le lleva a generalizar “que la política es sucia y que todos los políticos son corruptos”. Esta postura explica en parte, la altísima abstención que se observa en las elecciones que prevé nuestra frágil democracia para posibilitar la participación ciudadana a la hora de elegir quienes nos representan en cuerpos colegiados y quienes nos gobiernan a nivel local, regional y nacional; en otras palabras, las personas que toman decisiones que determinan la calidad de vida de la ciudadanía. La mala noticia es que quienes se abstienen de participar suman mucho más que aquellos sí lo hacen. Como referencia destaco que la abstención en las elecciones parlamentarias colombianas en 2002 fue de 59,38%, en 2006 fue 60.58% y en 2010 el 55.93%, mientras que en las elecciones presidenciales para los mismos años esa abstención fue de 53.17%; 55.85% y 55.14% respectivamente. Es entonces enorme la proporción de población que pudiendo participar no lo hace; algunos por desinformación o imposibilidad física (distancia, costos de desplazamiento o limitaciones físicas y de salud); otros por desinterés o negligencia y muchos más para expresar rechazo al sistema, porque no creen en él o consideran que su voto no importa y que, con o sin él, las cosas siguen igual. A la abstención se agregan los votos en blanco y los nulos y, así resulta que es una reducida proporción de la ciudadanía la que decide por el resto.

Lo dijo el Maestro Echandía

“… La Política fue inventada para que los hombres (y las mujeres -agrego yo) especialmente dotados de conocimientos, de habilidades y aptitudes, tomaran sobre sí la responsabilidad de dirigir los Estados.

Dos amonestaciones memorables

Fue Policarpa Salabarrieta quien, el 14 de noviembre de 1817 exclamó:

“…¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conociérais el precio de la libertad! Pero no es tarde: ved que -aunque mujer y joven- me sobra valor para sufrir esta muerte y mil muertes más […] Miserable pueblo, yo os compadezco. ¡Algún día tendréis más dignidad! […]”

En la base de todos los males

En la base de casi todos los males que padecemos en Colombia se encuentra el deplorable Congreso de la República que tenemos.

Propósito de enmienda

“Feliz Año y que el Nuevo Año sea mucho mejor”, es una expresión convencional que repetimos sin claridad sobre lo que significa para quien recibe ese saludo.

Honorables Representantes

En línea con los cerca de 40 aspirantes iniciales a la Presidencia de la República en 2022, son 50 quienes aspiran a las seis curules del Tolima en la Cámara de Representantes, y lo hacen a nombre de nueve grupos políticos.