El deplorable hábito de incumplir

Es tan arraigado en nuestro entorno el hábito de incumplir que hay quienes dicen que hace parte de nuestra cultura, pero deberían decir: de nuestra incultura.

Sobre las graves deficiencias en los servicios de salud (2)

Con gratitud recibo comentarios de amables lectores que se sienten identificados con los asuntos tratados. Algunos destacan que omití algo importante y es cierto, sucede a veces por desconocimiento, por olvido, o por limitaciones del espacio.

El martirio de las “colas” y otras fallas en los servicios de salud

En casi cualquier entidad pública se observan largas filas, o “colas” para tramitar algún servicio. Especialmente en las entidades prestadoras de servicios de salud, desde la madrugada se acumulan cientos de personas, en la calle y bajo lluvia o sol, para conseguir que se les atienda. La situación se agrava por la lentitud de la atención que obliga a permanecer dos, cuatro y hasta ocho horas esperando su turno, en general sin recibir una ficha que les permita desplazarse a otro lugar y regresar más tarde cuando se aproxime su turno. Todo ello para recibir un servicio casi siempre deplorable, porque los dependientes parapetados detrás de un vidrio y agobiados por tanta gente, atienden con displicencia y hasta grosería a quienes llegan predispuestos a reaccionar con agresividad.

Caos vial y clamor ciudadano

Diariamente se denuncia la congestión vial que se vive especialmente en las avenidas Ambalá y Guabinal de Ibagué, y también en las carreras 1ª, 5ª y 8ª, y tal parece que el único futuro que tiene este grave problema es empeorar, a pesar de que uno de los asuntos que mayor ineficiencia y malestar genera en una ciudad es el caos que se padece en sus vías, que lleva a que recorridos que deberían hacerse en 15 a 20 minutos tarden una hora y más. Y cabe señalar que, en opinión de expertos, la avenida Ambalá tiene serios problemas de diseño básicamente porque las glorietas son muy pequeñas para resolver la gran afluencia de vehículos en esos puntos.

La carrera Tercera de Ibagué, radiografía de nuestros males

Hasta hace un par de décadas se solía invitar a “un tercerazo” significando con ello un paseo amable por la vía principal de la ciudad, con la posibilidad de encontrar amigos y parar en algún lugar a tomar café. El escenario ha cambiado drásticamente y hoy, la carrera tercera, desde la calle 9ª. hasta la 19, es cruel reflejo del acumulado de males que nos afectan.

Castigos fuertes no necesariamente reducen la delincuencia

Muchas personas continúan lamentando la caída en la Corte Constitucional de la llamada “prisión perpetua revisable” para delitos contra los menores, apoyados en su convicción de que penas prolongadas y severas logran disuadir la reincidencia y ocurrencia de tales delitos.

Lluvia de motos

Según la Secretaría de Tránsito de Ibagué, a agosto de 2021 el parque automotor de la ciudad suma 221.164 vehículos, de los cuales 60% (132.393) son motocicletas.

Piedad con el Cañón del Combeima

Con frecuencia se afirma que uno de los sectores que más pueden dinamizar la economía y aportar a la generación de empleo en el Tolima es el turismo. Como sustento se mencionan las ventajas del territorio por su localización en el centro del país, su proximidad a Bogotá y las vías que lo conectan; la variedad de climas, diversidad y belleza de sus paisajes; también la gastronomía, la multiplicidad de eventos culturales, especialmente musicales, que se desarrollan en la región. Y todo eso es cierto como potencial para atraer turismo, lo que no es cierto es que esos elementos se hayan trabajado de tal modo que dicho potencial se traduzca en condiciones propicias para atraer y servir al turismo.   

El enorme costo de la arrogancia

Pocos comportamientos producen tanto daño a la imagen de alguien y tanto malestar en su entorno como la arrogancia, con el agravante de que quien la practica no se da cuenta. Se les reconoce muy fácilmente porque a pesar de que quieran parecer simpáticos, suelen ser engreídos, displicentes, autoritarios y también ignorantes, porque niegan, minimizan o subestiman el mérito de otros por las ideas, iniciativas o por cuanto han hecho.