Reconciliación para la paz

Jaime Eduardo Reyes

Actos como el realizado el pasado jueves 3 de diciembre en la Universidad de Ibagué son difícilmente repetibles, históricos, aún más cuando son sencillos y sinceros. Haber sido testigo de tan importante hecho me obliga a reflexionar sobre la necesidad que tiene este país de perdonar para reconciliarse y de reconciliarse para alcanzar la paz. Y en paz nunca más repetir los terribles hechos vividos.

Pedir perdón no es fácil, tampoco lo es perdonar.

Pedir perdón no es fácil, miles de ejemplos se viven a diario que prueba esta realidad. Son muchas las personas que cometiendo una falta prefieren enojarse con el agredido con tal de no reconocer su falta. Esta actitud es propia de los seres humanos, hace parte de nuestra propia debilidad.

Perdonar tampoco es fácil, en palabras de Yesid Reyes Alvarado, “nadie puede ser forzado a perdonar o a reconciliarse, en ese propósito es de gran ayuda que quien con sus acciones u omisiones nos ha causado dolor, lo admita y nos manifieste su arrepentimiento”.

Si queremos un país en paz debemos superar el rencor. Nuestra sociedad vive con más facilidad el rencor. Muchos rezan el Padre Nuestro sin realmente interiorizarlo. Perdona nuestras ofensas así como perdonamos a los que nos ofenden es solo una frase que repetimos en muchas ocasiones sin apropiación real de su significado.

El Gesto de perdón de los Hermanos Reyes Alvarado para el Ex presidente Belisario Betancur y para el M-19 representado en este evento por el Senador Antonio Navarro es un ejemplo para una nación que busca alcanzar la paz.

Acciones de reconciliación como esta son las que necesita este país. Gran ejemplo el dado por los hermanos Reyes Alvarado.

¿Qué tanto estamos dispuestos a dar cada uno de nosotros para alcanzar la paz de nuestro país? ¿Cuál será nuestro aporte?

Tal vez la primera reacción de muchos pueda ser creer que la reconciliación no tiene que ver directamente con nosotros porque no hemos hecho parte del mayor conflicto de Colombia, pero la verdad es que la paz no solo se ciñe al acuerdo entre los guerreros y sus víctimas.

Participar de la refrendación de los acuerdos de terminación del conflicto armado entre la guerrilla de las Farc y el Estado Colombiano es la primera tarea de lo que será un largo, inédito y desconocido proceso del posconflicto. Sin embargo, para que la sociedad perdone a las Farc estas deben pedirle perdón a miles de familias que sufrieron por su causa. Y aunque nadie puede ser forzado a pedir perdón sería de gran utilidad que ellos se arrepientan y admitan sus errores.

Comprometernos como ciudadanos en la solución de nuestros problemas es otra de las tareas que deberemos adelantar. La paz se alcanzará cuando la sociedad, el Estado y el Gobierno busquen conjuntamente solucionar los problemas que nos mantiene en conflicto. Resolver los pequeños problemas es nuestro gran aporte a la paz. Reconciliarse con el hermano, el vecino, con el compañero de trabajo es la ruta adecuada. Empieza hoy mismo.

Comentarios