Adicional a ello, no se evidencia al interior de la U ninguna figura de peso político que pueda postularse como candidato presidencial, y que se haya destacado por sus ejecutorias y aciertos a lo largo de su carrera pública.

Semana para el olvido, pero también para el recuerdo constante, pues aquellas manifestaciones y cese de actividades, están estrechamente ligadas a políticas nacionales, y a acuerdos incumplidos desde tiempo atrás, que hoy parecen estar cobrando con intereses, la desidia y la falta de palabra de los dirigentes.

La inseguridad en Ibagué vuelve, aunque probablemente nunca se ha ido, y sea esta la oportunidad de hacer un nuevo llamado de atención a la comandancia de la Policía Metropolitana ibaguereña, y a la misma Alcaldía.

Patriotismo y nacionalismo, vs. globalización y apertura de fronteras. Aquellas premisas parecieran ser la nueva discordia, y al menos en los países del primer mundo, representa un reto enorme para quienes quieren gobernar.

¿Cuántos de quienes siguen a los personajes anteriormente mencionados, conocerán a Julio Alberto Ríos, el profesor colombiano que enseña matemáticas a través de Youtube?

Lo otro es que los ministros Cristo y Gaviria terminaron siendo determinantes en el debate, al igual que el senador Roy Barreras, quien, muy seguramente pensando en su candidatura presidencial, sorprendió con un argumentado y pomposo discurso en contra del referendo, y en donde partió cobijas con el tolimense Carlos Edward Osorio, quien votó solitariamente sí al proyecto.

Lo curioso aquí, es que los motivos parecieran ser una pelea entre viejos amigos, quienes se incomodaron con Manios, al no darles juego en su alcaldía.

Lo cierto es que, con la venta de dicha sede, además de perder un bien del departamento, se perderá una importante disponibilidad de camas que se presta allí y que, a falta de hospitales y centros de atención médica en la ciudad, se convierte en tema de preocupación.

Nada tiene de gratuito que dicha convención se hubiera llevado a cabo en una iglesia, además del acompañamiento de algunos pastores. La batalla uribista cada vez más está lejos del ‘centro’, y cerca de un conservatismo duro y de extrema derecha.

El hambre de poder, los egos personales, y las divisiones al interior de los mismos, sin duda han quebrado los lazos ideológicos y han permitido que las posturas personales se antepongan ante los consensos colectivos, tal y como ha pasado en el Polo Democrático.