El dañino hábito de exagerar
Parece agudizarse la tendencia a exagerar, sin tener en cuenta sus consecuencias. Posiblemente es un estilo tomado de la publicidad que busca maximizar las bondades del producto que desean vender o posicionar y con frecuencia lo hacen a tal extremo que hasta ha requerido legislación que sanciona la “publicidad engañosa”, como cuando prometen eliminar las arrugas en 30 días, rebajar 20 kilos en 8 días, o aprender inglés en un mes.