TERRITORIO ATRASADO PERO CULTO
Todo lo bueno que sucede en el Tolima siempre será excepción mientras no dobleguemos los funestos índices socioeconómicos y el deterioro en la convivencia social que diariamente vemos y sufrimos en la ciudad y el campo, una creciente y patente realidad definible con un vocablo: atraso. Así parezca, el futuro tolimense no está siendo pensado sistemática, sólida y totalmente, pues no existe una intelectualidad comprometida u orgánica trabajando en equipo para trazar los derroteros de su desarrollo y ello enreda, pues la excesiva casuística aireada en medios y auditorios sugiere una prolija dinámica intelectual que, aunque docta, no es pertinente y ello puede incubar la dura ironía de que el nuestro acabe siendo territorio atrasado pero culto o muy rico con una población cada vez más pobre, porque la inteligencia estéril juzga,, eso creo, que el enfoque alternativo de región es porfía provinciana y utópica.