Calmar los ánimos
Lo que sí es necesario decir es que el país está requiriendo con urgencia una reforma a la institución, y no solo a la Policía, sino al Ejército, no para desmeritar, ni para quitar funciones tan necesarias para la defensa de la soberanía y la seguridad, sino para fundamentarlas sobre una base al respeto por los derechos humanos.