¿Acaso la guerra es opción?

En medio de todo proceso electoral se cometen exageraciones. El maestro Darío Echandía solía decir que “cuando hablan mal de uno exageran y cuando hablan bien, también exageran”. Pero en la actual campaña se han roto todos los límites. Incluso en la prensa. La columnista María Isabel Rueda, por ejemplo, llega hasta ver “falta de escrúpulos mutuos” entre César Gaviria y Gustavo Petro por haberse reunido para hablar de política. Mis simpatías personales no pasan por ninguno de estos dos personajes, pero celebro que políticos de distinto signo dialoguen en medio de este mar de monólogos que ahoga la convivencia entre los colombianos.

Más geografía que historia

Hace unos diez días el jurista Jaime Castro publicó su columna de prensa afirmando que “Tenemos más territorio que Estado”. Evidentemente así ha sido siempre y sigue siendo hoy. Nada indica que el Estado esté en condiciones de controlar todo el territorio nacional en el corto plazo. Por el contrario, parecería que, con el paso del tiempo, en lugar de ganar se pierde control sobre el territorio. Mientras en Europa usted pasa de un país a otro sin darse cuenta, porque las fronteras son activas, dinámicas, vitales y sirven como vínculo entre países que se complementan, en América son lábiles, ajenas, oscuras, y no sirven como vínculo sino como muralla entre países colindantes.

Depende de usted

El Tolima, que fue tierra de grandes doctrinantes, ya no debate ideas. Como lo expresó esta semana Guillermo Pérez, su centenaria tradición liberal terminó pintada de azul, pero sin ideas azules. Tampoco tiene ideas rojas, ni verdes, ni de ningún color. Es una región cuyos dirigentes no exponen ideas. Solo conciertan negocios electorales. Es lamentable ver que quienes están formulando propuestas serias, en esta campaña, se cuentan en los dedos de una mano, comenzando por los candidatos presidenciales. Eso ocurre cuando la política deja de ser el arte de gobernar y se vuelve la industria de ganar elecciones.

Pérez

Hace décadas el Tolima no tiene un senador oriundo de sus propios solares. Los que han recibido votos tolimenses son extraños a la región o resultaron inútiles. Unos no disciernen sobre el significado de la política como ejercicio ciudadano; otros tomaron el atajo de convertirla en un intercambio de votos con dirigentes de otros departamentos. Eso no es hacer política, es fomentar el saqueo electoral de la región. 

Democracia colombiana (II)

Los juristas Manuel Aragón Reyes, español, y Humberto Sierra Porto, colombiano, fueron los directores académicos del Congreso Mundial de Derecho organizado por la World Jurist Assocciation (WJA), al cual me referí en columna anterior. Se sucedió en Barranquilla los días 2 y 3 de diciembre. Con su presencia, el día 4, la Editorial Tirant lo Blanch, la Academia Colombiana de Jurisprudencia y la Universidad del Norte organizaron una especie de colofón del Congreso en Santa Marta, que se cumplió en la Quinta de San Pedro Alejandrino.

Un auténtico Nuevo Liberalismo

En términos políticos, el siglo XX comenzó con la reforma constitucional de 1910 y finalizó con la Constitución de 1991.

La democracia colombiana (I)

Mientras fungía como embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo Flórez se empeñó en gestionar la sede del Congreso Mundial de Derecho para Colombia.

El pensamiento como obsesión

Hace 47 años, en el diario El Espectador, el arquitecto tolimense Alberto Mendoza Morales inició la publicación de una serie periodística que casi terminó convertida en una empresa. La idea surgió en un diálogo de Mendoza con su amigo Fidel Cano Isaza, quien lo estimuló a investigar el ADN de su patria y el de sus respectivas entidades territoriales. El resultado de aquella iniciativa fue la serie denominada “Anatomía de un país”, que su autor complementó con la “Anatomía de las regiones”.  

El pensamiento como activo social

Las artes, las letras, el pensamiento han sido, históricamente, el principal activo del Tolima. Un ciudadano francés, conocido como el Conde Gabriac, visitó a Ibagué por allá en 1880 y se sorprendió por la vocación musical y el sentido artístico de sus habitantes.