Inmersos en una política sin escatología

La escatología es la ciencia que se encarga de estudiar las cosas del más allá, presenta la esperanza como centro de estudio. La política, a pesar de tener la responsabilidad de gestionar el desarrollo del más acá, no la limita a tener sus propios proyectos que promuevan esperanza en la comunidad.

Votar con orgullo y dignidad

Un proyecto político digno para Colombia debe ser lógico y sostenible en el tiempo. Debe ser concebido progresivamente, tras años de trabajo coherente y consistente. Debe construirse con la ciudadanía, genuinamente. Debe mostrarse humilde y sencillo, no como una panacea. Debe ser realista y a la vez inspirador. Debe tener en cuenta los valores propios y ajenos, pero sobre todo los valores nacionales. Debe ser innovador, tanto en lo coyuntural, como en la introducción gradual de cambios históricos; también debe ser sensato para reconocer lo que se deba conservar. Debe abordar de manera sistémica, no lineal, los asuntos de la agenda pública. Debe tener un equipo productivo y armónico, idealmente desde mucho antes de llegar al poder. Debe tener en cuenta la institucionalidad y los límites que esta establece. Debe ser consciente de que su poder surge de un mandato popular y someterse a todas las formas de control político y social.

A mi madre

El jueves 19 de mayo fue el cumpleaños de mi madre, y por estos días reflexionaba en la importancia de las mamás en la vida del ser humano. De poder contar con ese ser valioso que sería capaz de dar la vida por sus hijos, y pensaba también en mi papá, que perdió a la suya, justo cuando él recién salía de una UCI por Covid-19, y no pudo darle el último adiós como hubiera querido.

¡Incertidumbre!

Enseña la economía política que donde las instituciones y los mercados son predecibles se da más fácilmente el crecimiento, se aplican más coherentemente fórmulas de equidad y progreso, irrigan más los beneficios de estar conectados al mundo y pelecha mejor la modernidad.

¡Alerta de un futuro nada prometedor!

Lo que sucedió este 13 de marzo, día de elecciones Legislativas, es resultado de una situación que se viene presentando en el Sistema de Educación en Colombia.

¿Culpable cuál especie?

La vida humana es lo más valioso. El pasado 27 de abril falleció una persona que coincidencialmente transitaba por el lugar donde, la evidencia del cambio climático -que todos sin excepción hemos contribuido a acelerar- se sumó al maltrato acumulado por largos años e hizo que un individuo de otra especie colapsara. El árbol no persiguió a la lamentada víctima. Pero muy probablemente ahora sus congéneres serán más perseguidos.

Intimidación o silencio ¡Jamás!

Esta semana los directivos de Fecode, entre ellos Nelson Alarcón, me responsabilizaron de la seguridad de este último, debido a lo que he expresado sobre esta federación en mis columnas, medios de comunicación y redes sociales. Hoy quiero ratificar cada palabra que he manifestado y decirles que jamás me dejaré intimidar o callar cuando se trate de defender los derechos de los niños.

Todo indica, que seguimos igual

El pronunciamiento de Bertrand Russel así estemos en 2022 tiene vigencia, “la humanidad tiene una moralidad doble: una moral que predica y no practica y, otra, que practica, pero no predica”. No se necesita mayor esfuerzo para validar lo planteado, basta con observar el comportamiento de muchos coterráneos que en círculos cerrados critican el actuar de quienes tienen un accionar no muy transparente, sin embargo, socialmente están con ellos, se pavonean, se saludan fraternalmente de abrazo y posan para la foto con ellos.

Re-imaginemos las desigualdades y la paz

Colombia es un país en conflicto y altamente desigual. Ambas facetas han sido constantes y le han dado forma a nuestro imaginario y realidad nacional. Las dinámicas del conflicto armado persisten a lo largo y ancho de nuestra geografía, a pesar de los diferentes esfuerzos que se han implementados durante las últimas décadas por transitar hacia la paz, incluyendo el plebiscito que se realizó hace 5 años, y por supuesto, el Acuerdo Final para la Paz. Pese a que hemos intentado llegar a una situación de post conflicto, sólo hemos logrado llegar, por mucho, a la fase de post acuerdo. Las violencias continúan, y continúan también las desigualdades entre segmentos poblacionales y entre regiones, en dimensiones tan vitales como ingresos, educación, salud y género. La ausencia de paz y la ausencia de equidad siguen demarcando buena parte del día a día de millones de colombianos.