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Noelis, una mujer venezolana que vino a Bogotá a buscar un mejor futuro para sus hijos, describe a su hija como una niña inquieta e inocente, una bebe que no se despega de sus brazos y que actúa juguetonamente con su madre luego de varios días sin verla.
Dice que nunca se imaginó que confiar en dos mujeres para que cuidaran a su bebé mientras ella salía a trabajar, podía ser el peor error de su vida.
El rapto de la bebé ocurrió, según recuerda Noelis, el pasado lunes cuando al mediodía dejó a la niña al cuidado de Camila y Tatiana, quienes le cobraron 15.000 pesos por cuidarla.
“Ellas me dicen que van a pasear con la niña, que iban a buscar cosas para donde una tía y yo les dije, ‘bueno, vayan, pero tienen que venir temprano porque yo voy a salir con la niña’”, cuenta Noelis.
Sin embargo, al regresar en la noche a su hogar no encontró a su hija, ni mucho menos a las cuidadoras y con el pasar de la horas decidió acudir a las instalaciones del Gaula de la Policía Metropolitana de Bogotá, para buscar ayuda.
Investigación
A partir de este momento, los investigadores del Gaula, según el teniente coronel Carlos Téllez, comandante del Gaula de Bogotá, realizaron un despliegue de búsqueda y ubicación de las presuntas captoras, a través del análisis de información y del seguimiento de cámaras y la verificación en las terminales y las salidas de la ciudad.
Es así que lograron detectar que estas mujeres de 18 y 22 años se habían marchado hasta el municipio de Espinal (Tolima), por lo que con la coordinación de la Dirección de Tránsito y Transporte, las interceptaron y capturaron en cercanías al peaje de Gualanday.
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