Jornada premundialista

Viviendo un pequeño lapsus deportivo, que significa el inicio de los cuadrangulares semifinales del Torneo Apertura, hemos podido vivir sin atenuantes la jornada premundialista, con un inmenso furor, muy típico del carisma y del ambiente de nosotros los colombianos.

Viviendo un pequeño lapsus deportivo, que significa el inicio de los cuadrangulares semifinales del Torneo Apertura, hemos podido vivir sin atenuantes la jornada premundialista, con un inmenso furor, muy típico del carisma y del ambiente de nosotros los colombianos.Desde muy tempranas horas del pasado viernes se notaba el ambiente cálido de nuestras gentes, engalanados con las camisetas que identifican los colores de nuestro seleccionado patrio, todo porque se enfrentaban a la poderosa selección argentina, en el mismo estadio Monumental de Núñez. 

Luego del mediodía pausado y tradicional, se inició la tarde futbolera, que casi paraliza al país, con motivo del gran encuentro que hasta los más escépticos y lejanos opositores del ambiente balompédico se unieron a la fiesta, así sea de reojo, pero pendientes del resultado y del jolgorio de los hinchas y seguidores del combinado nacional.

Era elocuente encontrar vehículos adornados con banderas, pitos y fanfarrias, que hicieron recordar las fechas tradicionales como el empate agónico 1 - 1 en el Mundial de Italia 90 contra Alemania, cuando expiraba el juego, y el increíble 5 - 0 contra Argentina, en el mismo estadio de Buenos Aires, cuatro años después, que envolvió a la locura a todo nuestro país. 

Fue hermoso volver a vivir la fiesta cuando en las esquinas la gente se reunió, con alto volumen en los parlantes de sus equipos de sonido, emitiendo la señal de sus emisoras preferidas y acompañada con uno que otro aditivo alcohólico, que desenfrenó la fiesta para revivir el origen de nuestras raíces fuertemente engalanadas con el fervor patrio. 

Si hablamos del partido, este fue enorme y lleno de emotividad, aparte del entusiasmo vivido y por la grata presentación del guardameta paisa David Ospina, que fue inmenso, hasta el punto de convertirse en la figura del encuentro.

Habito muy cerca del almacén Éxito principal y a su alrededor se reunieron en determinados lugares y establecimientos públicos una gran cantidad de hinchas, que al borde del entusiasmo hicieron que cada actuación del equipo nacional, amparada por el mencionado portero, fuera un hecho trascendental, cada atajada y cada actuación que mereció el aplauso y la alegría de estos connotados hinchas. 

Y no es para menos, porque tal como sucede con nuestro equipo Vinotinto y oro estos aparecen con el tren de la victoria y simplemente son curiosos y aparentes seguidores, solo con la cara alegre y sonriente por el positivo resultado de su equipo seguidor. 

Lo que importa es que el seleccionado colombiano gane nuevamente el entusiasmo en el orden nacional, que esa nueva generación brinde una nueva participación en un mundial y que el fútbol criollo renazca internacionalmente con la categoría y el nivel que ya muchos muestran en las diferentes ligas del orbe futbolero.

Para cerrar, espero que hoy, cuando se haya leído esta crónica, ya estemos más cerca de la meta y el próximo fin de semana entremos en la verdadera recta final de otra pasión, que nos hace sufrir como es la de nuestro querido Deportes Tolima, que inicia de visita en Itagüí, con deseos de volver a campeonar.

Credito
JUAN CARLOS LOPERA

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