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No mires a Sebastián es el nombre de la novela literaria del ibaguereño Carlos Andrés Jurado, la cual fue publicada por la editorial Desde abajo y ha suscitado comentarios favorables con relación a su concepción y argumento.
“La historia nace de una maestría en creación literaria que realicé. Ese fue mi trabajo de grado y obtuve una calificación meritoria con esa obra y luego la editorial decide publicarla”, manifestó el joven.
La novela sigue la historia de un adolescente que tiene un accidente que lo deja cuadripléjico y sin capacidad de hablar y las implicaciones que eso tiene en su círculo más cercano.
Aunado a esto, el personaje principal y su mejor amigo están ligados al mundo deportivo, uno ajedrecista y el otro gimnasta, por lo que hay algo de relación con el tema de ser deportista en el ámbito local.
Más que un hecho particular, es una historia que tiene que ver con la familia, Carlos Jurado
La historia
De acuerdo con Jurado, la obra retrata la historia de Sebastián, de 16 años, quien está culminando el colegio y tiene un accidente que cambia su vida, pues queda cuadripléjico y sin poder hablar.
“Alrededor de él, toda su familia, sus papás, hermanos, su novia y su mejor amigo, todos se ven afectados y también les cambia la historia a partir de este hecho”, expresó Jurado.
Además, junto a Sebastián emerge la figura de Edwin, su compañero del colegio y quien tiene algo que ver con el accidente que derivó en la discapacidad, por lo que se plasma la forma en que ambos afrontan este suceso.
“El que narra la historia es Sebastián, quien tuvo el accidente, y muestra cómo afronta la adolescencia y el descubrimiento de su sexualidad y su vida, a sus 16 años estando en estas condiciones”, sintetizó el autor.
Todo un reto literario
Jurado señaló que la novela supuso un reto que consistía en contar una historia en la que su protagonista y narrador no pueden hablar ni moverse.
“A pesar de esto no es que la historia sea un monólogo sino que en realidad tiene todos los elementos de cualquier novela literaria. Diálogos, acción, pasan muchas cosas, sonidos”, explicó.
Así pues, el protagonista se involucra a través del sentido del oído porque escucha las conversaciones a su alrededor e interactúa con sus recuerdos, así como con un cuadro en su habitación del Sagrado Corazón de Jesús.
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