Falleció Otto Morales Benítez

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El abogado, historiador, exministro y escritor de Riosucio (Caldas), Otto Morales Benítez, murió a los 94 años ayer en Bogotá.

Benítez era abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.

Fue senador de la República, Ministro de Estado y Candidato Presidencial. Miembro de academias de la Historia, la Lengua y la Jurisprudencia en América y Europa. Fue autor de casi 150 libros, entre los que citamos: Estudios críticos, Testimonio de un pueblo, Memorias del mestizaje, Caudillos y muchedumbres, Reflexiones colombianas, Muchedumbres y banderas, Cátedra caldense y Liberalismo destino de la Patria.

Ejerció la actividad partidista desde los bancos de la escuela. Disciplinado, respetuoso de los líderes de su partido Liberal, amante de la filosofía política, alcanzó por su lucha trasparente los más altos honores que la democracia da a quienes trabajan pensando en el bien común. Su nombre fue puesto a consideración de los colombianos para acceder a la candidatura a la presidencia de la República por el partido Liberal, pero su misma verticalidad lo llevó a renunciar a tal posibilidad.

Se inició muy joven en las letras. Comenzó en el suplemento Generación de El Colombiano como director, y sin dejar la actividad periodística, publicó una prolifera obra que se inició en 1948 con Estudios Críticos, y hoy cerca a los 150 títulos, puede considerarse su gran libro sobre Colombia. La esencia, el centro de su pensamiento, está dirigido a la reivindicación de la patria, al señalamiento de los mejores y más posibles caminos, a la corrección de propuestas erradas, en fin, a hacer de Colombia ese sueño general de una patria amable donde todos tengan espacio.

Morales Benítez no solo fue un escritor consagrado, intérprete de los grandes momentos y fenómenos generales como el de los comuneros, la revolución de independencia, la colonización antioqueña, el mestizaje, la violencia política, sino una persona interesada en que la cultura de la metrópoli fluya hacia la provincia, que los pensadores y escritores de los pueblos lejanos de la gran ciudad aparezcan, y que las obras que estudian las ideas de renovación y cambio, que se publican en la capital lleguen a las regiones como un modo de integrar el pensamiento nacional sobre su vida y sus propios valores. Ha sido un mecenas de las bibliotecas de las comarcas, un amigo amable de quienes escriben, el punto de referencia del libro y los escritores.

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