“Una ciudad como Ibagué es impensable sin un medio escrito”

Crédito: Archivo/EL NUEVO DÍALeonidas López, socio cofundador del periódico El Nuevo Día.
Como la mayoría de la prensa regional, El Nuevo Día enfrenta un momento adverso cada vez más difícil de sortear. Leonidas López, socio y cofundador del Periódico de los tolimenses, habló sobre el origen del medio, su apuesta por la verdad y su contribución a la región.
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EL NUEVO DÍA: Como cofundador de esta casa editorial, ¿cuál fue la necesidad que vio junto a otras personas e instituciones para que se creara el Periódico de los tolimenses?

LEONIDAS LÓPEZ: Ibagué ya había tenido prensa escrita a través de El Cronista, Tribuna y El Derecho, publicaciones que tuvieron influencia en la ciudad, pero había una ausencia de un medio que reuniera varios factores: vehículo de identidad regional, memoria del acontecer, defensor de la comunidad, tribuna de opinión e integrador de expresiones ciudadanas.

El Nuevo Día llenó ese vacío en una ciudad que en muchos momentos ha estado aislada. Por eso pensamos especialmente en un periódico que fuera guardián de la identidad y depositario de la memoria de la región, pero que al tiempo sirviera para promover la empresa y la inversión, dándole más valor a lo que hacíamos en la ciudad. Ese fue el origen.

 

E.N.D.: ¿Y considera que el periódico ha hecho la tarea en ese sentido?

L.L.: Sí ha cumplido esa misión. El Nuevo Día ha representado lo que significa la región y ha protegido su identidad a través de historias. Cuando uno quiere saber qué sucedió en el Tolima, uno se remite a las páginas del periódico porque ha sido casi que un notario de lo que sucede. Además, ha hecho que muchas cosas de la ciudad sean conocidos en otras partes a través de la red de medios al que pertenece. Primero fue el verbo y eso se ha mantenido.

 

E.N.D.: Como lector, ¿lo ve como una fuente confiable de información?

L.L.: El Nuevo Día ha tenido la reputación de ser un medio serio que ejerce los principios del periodismo al informar cosas que están debidamente soportadas y al generar la oportunidad para que los que no estén de acuerdo también opinen. No recuerdo una historia en la que el periódico haya dado una noticia, una información o un criterio sin soportes y las veces que se le ha controvertido en estrados judiciales ha salido muy bien librado. Ha informado acudiendo a la verdad.

 

E.N.D.: ¿El periódico ha servido de muro de contención frente a temas de corrupción?

L.L.: Sin lugar a dudas. El periódico ha tenido una actitud de denunciar y buscar que la transparencia sea un valor de la ciudad. Eso no ha sido fácil. Como todos sabemos, la corrupción en la ciudad es un tema histórico. Ibagué es reconocida por el desfalco de los Juegos Nacionales y creo que en la mente de los colombianos es una de las ciudades más corruptas del país.

Personalmente, cuando me preguntan qué fue lo más sorprendente de la campaña, respondo que la corrupción es un tema que no le preocupa a la ciudad. El periódico, en ese sentido, ha cumplido una misión de defender los bienes públicos y ayudar a crear una conciencia alrededor de ese mal que debemos combatir.

 

E.N.D.: Como gestor y conocedor de iniciativas empresariales, ¿cuál considera que ha sido el aporte de El Nuevo Día a la actividad económica?

L.L.: Sin lugar a dudas sí. El Nuevo Día fue en sí una inversión que atrajo inversionistas muy importantes que creían en un proyecto como el que describí y ha sido un vínculo para promover proyectos, impulsar la actividad comercial y mostrar en el orden nacional que en el Tolima hay escenarios de inversión importante. Es decir que el periódico en sí ha sido un promotor de actividad económica.

 

E.N.D.: Usted ha dedicado muchos años de su vida a la educación, siendo rector de varias instituciones como la Universidad de Ibagué. En ese sentido, ¿cuál cree que es la contribución de Expouniversidades, una feria insignia del periódico?

L.L.: Es un logro muy importante del periódico porque entendió, junto a las universidades, que promoviendo la educación para los jóvenes, se promueve el futuro de la región. Y es que la feria ha generado una oportunidad para que los jóvenes identifiquen opciones de estudio en la ciudad o fuera de ella. Vale decir que el periódico y la Universidad de Ibagué hicieron una labor importante para traer estudiantes de los municipios, conocieran la oferta académica y después recorrieran otras partes de la ciudad.

 

E.N.D.: ¿Qué momento especial recuerda del periódico, bien sea desde una experiencia personal o un hecho que se haya registrado?

L.L.: Recuerdo esa primera edición del 29 de noviembre de 1992. Para circular ese domingo hubo dificultades en la cadena de impresión y un buen número de ejemplares salió desde Medellín, Pereira y Bogotá. Todos estábamos tratando de ver cómo se armaba el periódico y se repartía.

Ahora, tengo muy presente que el periódico abrió ese día con la paladraga de Ataco, un tema muy álgido sobre la explotación minera que se veía venir y su daño ambiental. Otro momento recuerdo y no es menor fue todo lo que hizo cuando el Deportes Tolima ganó su primera estrellita.

 

La excelencia ante las dificultades

E.N.D.: A su juicio, ¿por qué hay que apoyar a El Nuevo Día y en qué radica la importancia de que un ciudadano tenga en sus manos un medio como este?

L.L.: Hay que apoyar un periódico porque es un baluarte de la ciudad. Ibagué no puede dejar de tener un periódico, eso significaría muchos años de retraso. Los tolimenses deberíamos tener mucha más conciencia sobre eso. Ahora, el periódico genera una información que mucha gente usa sin pagar. En las redes usted puede reenviar a muchos sitios algo que produjo el periódico, pero no se beneficia por eso. En términos de negocio, no es justo que alguien que produce ese trabajo no reciba un beneficio económico.

Hay un modelo económico que se tendrá que ir perfeccionando. La labor periodística debe tener una compensación para que los periódicos puedan pagar a sus periodistas, tengan  buenos equipos y sean medios de calidad. Eso no es tan fácil. Creo que la ciudad, los ibaguereños y la diáspora tolimense que quiere a la región debería acercarse más a apoyar a esa institución a través de las suscripciones.

 

E.N.D.: Incluso las mismas autoridades...

L.L.: La alianza gobierno - periódico, cada uno respetando su rol, es muy importante. Para las autoridades y las empresas es importante que la ciudadanía conozca lo que hacen y debería existir un interés muy claro de ellas en proteger a su prensa escrita, así como a los demás medios de comunicación porque son las vías para promover la ciudad.

Los ingresos de la publicidad permiten hacer el trabajo, pero obviamente la seriedad del periódico es lo que le da prestigio a la institución. Lo mínimo que se puede exigir es que haya un trabajo periodístico de calidad que pueda ser aprovechado por ellos, como ha sido tradicionalmente. Una ciudad debe proteger económicamente a su medio.

 

E.N.D.: ¿Cómo visualiza una ciudad como Ibagué sin un periódico?

L.L.: Una ciudad sin un medio escrito es impensable, porque pierde un escenario para promover su propia identidad, ejercer control y promover la educación y la cultura. Un ejemplo era el programa de lectura Prensa-escuela, que no solo servía como herramienta de trabajo para los niños sino que a través de ella se estimula el uso de la palabra, el discurso, la oratoria. El periódico es un escenario muy grande para el pensamiento. Una ciudad como Ibagué es impensable sin un medio escrito.

 

E.N.D.: ¿Cómo ve el rol de El Nuevo Día en la pandemia del Covid-19, una crisis en la que más que nunca la información ha sido útil y necesaria?

L.L.: Siento que se ha desarrollado una labor importante. Todo esto es inédito para nosotros. Entre otras cosas venimos hablamos de una nueva sociedad, una nueva realidad, una nueva forma de vida. ¿Cuál va a ser esa? El periódico tendrá y será un camino grande para identificarla. Un principio en eso es defender a la comunidad y proteger los bienes comunes.

Todos sabemos que El Nuevo Día lo ha cumplido acertadamente con su función en todas las dificultades y por eso ha tenido distinciones nacionales a través de sus periodistas. En general, hay muchas cosas que la ciudad no puede perder, pero me parece que este es un momento de reflexionar sobre la importancia de este medio, lo que significa para la ciudad y lo que todos debemos hacer para que subsista, se fortalezca y guarde la identidad y la memoria de lo que son nuestras sociedades ibaguereña y tolimense.

 

Frase

“El periódico ha defendido los bienes públicos y ha creado una conciencia alrededor de un mal que los tolimenses debemos combatir: la corrupción”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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