“Ver que ayudamos a construir un nuevo país es la mejor respuesta”: Batuta

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Colprensa habló con María Claudia Parías, presidente ejecutiva de Batuta acerca del trabajo realizado y de los planes que tienen para continuar aportando en la transformación nacional durante el 2015.

La Fundación Batuta fue creada en 1991 por iniciativa del Gobierno nacional liderado por la entonces Primera Dama de la Nación, Ana Milena Muñoz de Gaviria. Desde entonces la Fundación ha trabajado para formar más que músicos, seres humanos con valores y con una forma de enfrentarse a la vida diferente a la que a muchos puede ofrecerles su entorno. 

En los más de 23 años de trabajo que tiene la Fundación, ha atendido a miles de niños a los que su paso por la Fundación los hizo mejores personas, también tiene en su haber grandes músicos que se encuentran en diferentes rincones del planeta. 

Gracias, justamente, a los objetivos alcanzados, la Fundación continúa trabajando sin descanso para seguir transformando vidas en el país, y en 2015 tiene nuevos retos importantes que espera cumplir y aportar a la construcción del nuevo país que podría iniciarse en el posconflicto. 

Colprensa habló con María Claudia Parías, presidenta Ejecutiva de Batuta, acerca del trabajo realizado y de los planes que tiene para continuar aportando en la transformación nacional durante el 2015. 

¿Cuál es el trabajo que han realizado a lo largo de los 23 años de vida que tiene Batuta? 

Batuta es una fundación que ahora opera en todo el país, estamos presentes en los 32 departamentos, tenemos 189 centros de formación musical que tiene proyectos específicos para atender distintas clases de población. 

Ahora, el proyecto más grande en el que trabaja Batuta se llama ‘Música para la reconciliación’, que es un programa a través del cual 1.800 niños que son víctimas del conflicto participan en ensambles de iniciación musical y coros para que ocupen su tiempo libre en otras actividades, alejados de la violencia y poder así ofrecerles nuevas alternativas. 

Además de eso, Batuta tiene orquestas infantiles y juveniles en todo el país, un total de 44 orquestas que funcionan en distintos municipios de Colombia y que permite a los niños entender y descubrir que la música no es solo un arte y algo bonito, sino una herramienta para lograr un cambio, una transformación social y que además les sirve para para que desarrollen competencias cognitivas. 

¿Quiénes conforman esas orquestas? 

Las orquestas principalmente están formadas por los niños que llegan a Batuta buscando primordialmente una formación musical más allá de una transformación o un trabajo social a través de la música. Sin embargo, las orquestas ahora tienen muchos niños que se encuentran en situaciones vulnerables, porque se apasionan tanto, tienen tanto talento y dedicación que forman parte de esas orquestas. 

‘Música para la reconciliación’ es el trabajo más grande de la Fundación hasta el momento. ¿Cómo y para qué nació este proyecto? 

‘Música para la reconciliación’ se creó en 2001 y siempre ha sido financiado por la acción social del Estado y nació porque cuando en 1991 que se creó la Fundación, los profesores y niños que empezaron entonces se dieron cuenta de que aquí no era solo armar orquestas, sino que había muchas más cosas que hacer a partir de la música, descubrieron que había que acompañar a los niños con un trabajo psicosocial por las diferentes situaciones de violencia a las que estaban expuestos. 

¿Cómo es la metodología de trabajo que tiene Batuta con los niños que se encuentran en vulnerabilidad? 

Los niños llegan a la Fundación en contrajornada escolar, reciben seis horas de formación musical y dos de atención psicosocial en la semana. Es un trabajo permanente, intenso que les permite avanzar de un nivel a otro superándose a sí mismos y a los problemas que enfrentan en el día a día. 

¿Cuál ha sido la respuesta de los niños y los comunidades a este trabajo con la música? 

Completamente positiva, los papás están orgullosos de sus hijos, los niños son más educados, tienen más valores aprenden a trabajar y convivir en grupo. Lo cierto es que la respuesta más grande es ver la ilusiones nuevas que tienen esos niños, ver cómo les cambia de alguna forma el pensamiento, cómo se apasionan tanto que no dejan las clases por nada, manteniéndose así alejados del riego que es andar en las calles, sobretodo de los barrios más peligrosos de las ciudades, esperando qué pueden ofrecerles para hacer. 

Ver que ayudamos a construir un nuevo país es la mejor respuesta. 

¿Qué nuevos planes tiene Batuta para este 2015? 

Ya estamos consiguiendo recursos para el otro año e incorporamos cinco nuevos proyectos que son: 

1. ‘Batubebés’: 

Es un piloto que se implementará en las ciudadelas de Barranquilla y Cartagena de forma conjunta con la Fundación Santo Domingo y la Fundación Carulla, es un proyecto que busca atender a 600 niños y básicamente crear un modelo que se llama ‘La orquesta de colores’, en el que los niños de primera infancia tienen sensibilización musical y su primer acercamiento con este arte. 

2. ‘Voces de la esperanza’: 

Es un proyecto que diseñamos para las víctimas de los lugares en donde ha habido masacres, es un proyecto que vamos a hacer con la Unidad de Víctimas del Departamento para la Prosperidad Social y lo que queremos es que haya una vinculación de los adultos a través de la práctica vocal y de los niños a través de ensambles musicales, para crear sus composiciones y cantos desde el dolor que les dejó ser víctimas de tan atroces masacres. 

3. ‘Orquestas binacionales’: 

Es un proyecto que le da continuidad a uno que ya se había implementado en las fronteras colombianas, con este se busca crear orquestas en La Guajira, Norte de Santander, Arauca, Amazonas y Nariño, que estén integradas por niños colombianos y de los países vecinos. 

4. ‘La Red de orquestas’: 

Con esto buscamos crear orquestas representativas en cinco regiones colombianas para profundizar y fortalecer las prácticas musicales de los niños, sobre todo aquellos que se encuentran en situaciones más vulnerables. 

5. ‘Casas lúdicas’: 

Este proyecto nace con el fin de dar uno a las casas que la Cancillería entregó en diferentes municipios como espacio cultural, con este proyecto buscamos poder entregar una atención permanente a los niños que pueden ser víctimas y reclutados por los grupos alzados en armas. Darles un lugar donde siempre puedan estar y solo encuentren arte. 

- La empresa privada es indispensable para la consecución de estos proyectos ¿Cuál es el llamado que ustedes desde Batuta hacen para ellos? Lo más importante es que la empresa privada entienda que nosotros llevamos 23 años ininterrumpidos de un trabajo sistemático que ha permitido a Batuta tener un conocimiento, un saber hacer y que realmente es un proyecto que tiene un impacto social altísimo, que ha transformado las comunidades, que es valorado por los niños, jóvenes y sus padres, por eso para los proyectos necesitamos ayudas económicas, que ojalá los que nos dan aportes actualmente en el nuevo año nos den el doble y nuevas empresas del sector privado se unan a ayudar al crecimiento de Batuta. 

- Batuta se ha comportado como un ente de transformación social, de llegar a un acuerdo de paz en La Habana, ¿cuál sería el papel de Batuta en el posconflicto? 

Nosotros desde siempre le hemos apostado a la construcción de un país mejor y en ese tiempo de posconflicto es necesario entender que lo que hay que hacer es reconstruir el tejido social, es lo que hacemos y lo seguiremos haciendo con esos programas que nos han demostrado que a través de la música se transforman vidas y así una sociedad entera.

Credito
COLPRENSA

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