Las extravagancias también son mercancía en la Red

Prometer la fama póstuma y buscar por ese frívolo mecanismo la comercialización de una simple aplicación, es una demostración de que en cuestiones éticas también son pocos los límites que ofrece Internet.

No cabe duda de que Internet ha servido a los fines más altruistas, a la ciencia, a la educación, a la recreación, al desarrollo de la sociedad, incluso, para muchos, ha servido para lograr acercamientos de índole amorosa, pero también es cierto que de la versatilidad de la Red, en muchos casos también se abusa.

Tal parece ser la situación de una empresa llamada Willook que ha propuesto en Facebook un concurso bastante frívolo y peligroso, en la medida en que se vale de la idea de la muerte para proponer un salto hacia la fama mundial.


Si me muero
El planteamiento del juego es simple: quien se muera primero, tendrá en Facebook y en los medios de comunicación de todo el mundo la difusión del mensaje que haga llegar a la red social con sus palabras póstumas.   

Sobre Willook, la agencia EFE anota que la macabra competición es la última campaña lanzada por esa compañía israelí para promocionar “If I Die”, una aplicación que opera en esa red social y que ofrece a los usuarios la posibilidad de grabar un mensaje para que se publique en su muro en caso de defunción.


“Tuvimos esta idea desde el primer día que pensamos en crear este servicio”, dijo a este medio el fundador y consejero delegado de Willook, Eran Alfonta, quien en 2010 puso en marcha el proyecto “If I Die” como una página web y que ya en 2011 tomó forma de aplicación en Facebook.


La fama mundial
“Creemos que todas las personas tienen derecho a que sus últimas palabras sean conocidas, que su legado sea público y consideramos que un concurso (denominado ‘If I Die First’) sería lo apropiado para que esto tuviera impacto”, explicó Alfonta a la agencia española de noticias.

Los requisitos para participar en esta carrera por la popularidad, previo paso por la tumba, son sencillos: estar vivo, tener cuenta en Facebook, instalar la aplicación y entrar en la opción “For a chance to World Fame” (por una posibilidad para alcanzar la fama mundial) y dejar un mensaje para la posteridad.


El usuario que fallezca antes que el resto, tendrá su testimonio póstumo publicado en páginas web como Mashable, una referencia en internet con más de 20 millones de visitantes únicos al mes, así como en revistas y medios internacionales que colaboran en la campaña, informó Alfonta.


Política anti suicidio
La inscripción, que es gratuita, se abrió el pasado sábado y desde entonces se han apuntado más de 1.200 personas que aceptaron las reglas del juego que dejan muy claro que forzar la propia muerte es hacer trampas.

“Si hay alguna sospecha de que se trate de un suicidio o fallecimiento deliberado, entonces no se publicará. Tenemos una política anti suicidio muy estricta”, comentó Alfonta, decidido a evitar que “If I Die” se convierta en una plataforma que fomente o dulcifique la muerte, aunque sí la presente con sentido del humor.

La aplicación frivoliza con el drama del fallecimiento con el fin de hacerlo atractivo e interesante, reconoció Alfonta que explicó que si hubieran optado por “un ángulo más profundo” el resultado sería “aterrador y mórbido”: “Creemos que todo el mundo debería grabar un mensaje en ‘If I Die’ porque nunca se sabe...”, afirmó.

A Alfonta la forma de tratar la muerte de “If I Die” le ha valido críticas, aunque no le dio importancia ya que es algo que le pasa a “todas las aplicaciones”, indicó, al tiempo que declaró que si la gente usa Facebook para su vida social entonces “también tiene derecho a morir ahí”, dijo a EFE.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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