Estafadores de reputación

Los negocios pequeños son las víctimas más fáciles para estas agencias con una destructiva estrategia de negocio. Los embaucadores publican reseñas negativas para destruir la imagen de compañías jóvenes y luego ofrecen sus servicios para recuperar el daño que hicieron.

Si de un día para otro la imagen de su empresa en Internet se va a pique, usted podría ser víctima de una agencia de mejoramiento de reputación deshonesta. Los embaucadores aparecerán en el momento preciso para ofrecerle solucionar todos sus problemas. Y lo harán, porque ellos mismos los crearon.

Negocio de reputación
Cada vez son más los consumidores que no invierten un centavo en un producto o servicio sin hacer primero una búsqueda en Internet. Las reseñas publicadas en sitios de ventas y los comentarios críticos publicados en foros especializados son su herramienta principal para medir la calidad de lo que van a comprar.

Y también una oportunidad de negocio para agencias legítimas que ayudan a las empresas a manejar su imagen en Internet.


Estas ‘agencias de reputación en línea’ hacen un trabajo completo para administrar y mejorar la imagen que una empresa proyecta en la Red. Cuando alguien escribe comentarios críticos o reseñas negativas a sus productos, la agencia advierte a la empresa y la pone en contacto con el usuario insatisfecho, para encontrar una solución al problema.


Infortunadamente para quienes prestan este servicio, y para los dueños y directores de miles de empresas pequeñas y medianas, hay quienes se aprovechan del sistema de publicaciones, opiniones y reseñas en la Red.

    
Coerción de reseñas
Tim Branscomb, dueño de la joyería Sierra West Jewelers, sospecha que su ­empresa fue el objetivo de una agencia de reputación en línea deshonesta. Sus sospechas empezaron cuando su negocio empezó a generar toda clase de comentarios negativos en la Internet.

La situación fue particularmente sorpresiva para Branscomb, quien está convencido de que su empresa trata muy bien a sus clientes, incluso a aquellos que tienen quejas sobre sus productos.


Pero había algo aún más extraño: pocas horas después de la publicación de esta clase de comentarios, Branscomb recibía llamadas de parte de una “agencia de mejoramiento de reputación”, que por 500 dólares le ofrecía monitorear la Red y retirar los comentarios que criticaran a su empresa.


Branscomb no tuvo demasiados problemas para adivinar que se trataba de una estafa; por un lado las críticas a su negocio eran imprecisas y no parecían hechas por alguien que hubiera estado en Sierra West Jewelers. Por otro lado, una agencia de reputación legítima no ofrecería ‘quitar las críticas malas de Internet’, como si se tratara de un chantaje.

    
Estafa interrumpida
Los temores de Branscomb fueron confirmados cuando la agencia de mejoramiento de reputación le hizo una segunda oferta para borrar la mala propaganda que Sierra West estaba recibiendo en Internet. El ejecutivo pidió hablar con el director de la agencia de reputación, y que le dieran información específica sobre la ubicación de sus oficinas.

Los funcionarios de la agencia colgaron el teléfono, y cortaron comunicación de forma definitiva.


La experiencia que tuvo esta empresa podría ser aislada, pero es improbable. Lo mejor que pueden hacer los dueños de empresas jóvenes que apenas empiezan a consolidar su presencia en la Red y a desarrollar una estrategia de social media es permanecer siempre atentos a ofertas que puedan parecer sospechosas.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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