Niños etíopes van de analfabetas a hackers

AFP - EL NUEVO DÍA
Un experimento con resultados positivos hace pensar a los miembros de la fundación Un laptop para cada niño que las tabletas y un grupo de aplicaciones didácticas podrían ayudar a enseñar a millones de niños a leer y escribir, y mucho más, sin necesidad de que asistan a una escuela.

La fundación Un laptop para cada niño no está considerando cambiar su nombre, pero ciertamente ha explorado nuevas formas de llevar educación a los niños sin recursos aprovechando la tecnología.

En su experimento más reciente los dispositivos elegidos fueron tabletas, y los resultados dejaron sorprendidos a los miembros de la organización y al mundo.

Iletrados

En dos villas aisladas de Etiopía, a casi 50 kilómetros de la capital Addis Abeba, hay dos grupos de 20 niños cada uno. Estos niños, de alrededor de seis años, recibieron de la fundación, OLPC por su sigla en inglés, un regalo inusual: una caja sellada, sin instrucciones. 

Segundos después, los niños descubrieron que las cajas contenían tabletas Motorola Xoom, en las que previamente fueron instaladas aplicaciones pedagógicas para aprender a leer, juegos y aplicaciones de dibujo.

Ninguno de los niños en las villas de Wonchi y Wolonchete sabía leer o escribir antes de recibir su tableta. De hecho, nunca habían estado expuestos a material escrito, señales de tráfico o empaques de productos con palabras en ellos.

Pero en cuatro minutos, uno de ellos había descubierto cómo encender su tableta. Cinco días después, cada uno de los niños estaba usando un promedio de 47 aplicaciones al día. Cinco meses después, algunos habían ‘hackeado’ el dispositivo para activar la cámara que los funcionarios de OLPC desactivaron por descuido.

Sin colegio

Nicholas Negroponte, fundador de la OLPC, siguió de cerca el experimento, y está más que contento con los resultados, aunque considera que faltan muchas otras pruebas antes de afirmar que esta puede ser una forma de enseñar a leer a los niños que no tienen acceso a la educación.

“Si el proyecto recibe fondos, faltarían un año y medio a dos años para alcanzar una conclusión que la comunidad científica pueda aceptar”, contó Negroponte, y agregó que “tenemos que escoger otra población y hacer una nueva prueba desde cero”.

La idea de las tabletas es doblemente revolucionaria para OLPC, que desde 2000 entregaba computadores portátiles ultraresistentes equipados con Linux y programas didácticos para apoyar el proceso educativo de los niños en sus escuelas.

Las nuevas tabletas no solo son un dispositivo diferente, sino que se dejan en manos de niños que no asisten a ninguna clase de institución educativa.

El proyecto, sin duda, es ambicioso, aun cuando los primeros resultados hayan sido alentadores. 

“¿Qué podemos hacer por este centenar de millones de niños de todo el mundo que nunca van a ir al colegio?”, preguntó Negroponte, y añadió: “¿No será posible darles una herramienta para que lean y aprendan, sin necesidad de darles libros de texto y construir escuelas y pagar profesores y todo eso?”

Software desactivado

No fue solo la cámara de las tabletas, accidentalmente deshabilitada por miembros de OLPC, la que puso a prueba el aprendizaje de los niños participantes del experimento, desde su dominio del inglés hasta su capacidad para configurar un Motorola Xoom.

Los funcionarios de OLPC hicieron algo más, esta vez con intención: instalaron una aplicación para que no pudiera cambiarse la imagen de fondo de las tabletas.

Tras cinco meses de uso intensivo de los dispositivos, que recargaban con energía solar gracias a un sistema de celdas y plantas que los funcionarios de OLPC habían instalado previamente en las villas, los niños descubrieron cómo desactivar la aplicación y personalizar su dispositivo.

A primera vista, el resultado parece contradecir la teoría de que los usuarios no saben lo que quieren y se conforman con lo que los desarrolladores o fabricantes les entreguen. Pero en un espectro mayor es evidencia de que la creatividad y la curiosidad son una herramienta poderosa para educar.

Dependiendo de los siguientes experimentos de la OLPC, muchas más cajas con tabletas podrían caer sobre niños que no habrían tenido ninguna otra oportunidad de aprender a leer. Y quizá, en lugar de pensar que “Los Dioses Están Locos”, las usen para descubrir que el conocimiento y la ciencia son mucho más útiles y divertidos que la superstición.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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