¿Es hora de comprar un TV 3D?

Más de uno se estará preguntando si es el momento de cambiar el televisor. Recuerdo que para el Mundial de fútbol pasado compré un plasma de 42” Full HD.

Más de uno se estará preguntando si es el momento de cambiar el televisor. Recuerdo que para el Mundial de fútbol pasado compré un plasma de 42” Full HD. En ese momento creí tener lo “último en guaracha”, como se dice por aquí. Pero en tan solo un par de meses y menos de un año empezaron a llegar TV inteligentes, con acceso a internet, con aplicaciones, Wi-Fi y últimamente solo se habla de los televisores 3D.

Hoy, tres años después de haber invertido una buena cantidad de dinero en el TV, y con el deseo y necesidad de ir a la par con la modernidad aparece la tecnología tridimensional.

Lo primero que se debe entender es que independientemente de la tecnología del televisor no se requiere usar las gafas todo el tiempo cuando se está mirando la pantalla. Es común escuchar comentarios ingenuos como “qué molesto tener esas gafas todo el tiempo”. No, la TV 3D también pueden reproducir contenidos 2D sin necesidad de usar constantemente las gafas.

Para aquellos que se introducen por primera vez en el mundo de la TV inteligente vale la pena aclarar que un 3D no va a mejorar la calidad de la señal que llega a su hogar. Cualquiera que sea su operador de cable, si no cuenta con un paquete de canales HD, la única diferencia que va a notar es que su imagen será más grande, por lo general con lluvia y defectos de sonido. 

La diferencia se siente en el momento en que se reproduce una película en DVD, original, claro está. Para el efecto 3D, lo mismo, lo mínimo que se debe tener es un paquete con canales con esta tecnología o un reproductor Blu-ray (diferente al DVD).

En el mercado existe una gran cantidad de televisores 3D pero su tecnología puede variar de acuerdo con la marca. Es posible encontrar televisores 3D activos y televisores 3D pasivos. Cada tecnología es diferente, con ventajas y desventajas.

3D con tecnología  pasiva

Está patentada por LG y Philips. Su principal ventaja es que las gafas no llevan batería, por lo que no necesitan recargarse, y son muy económicas. De hecho, sirven las mismas gafas de tres mil pesos que venden en las salas de cine. Sin embargo, esta tecnología también limita la resolución y el brillo con que se ven las imágenes. Estas gafas tienen un leve polarizado. 

Los televisores de LG cuentan con un convertidor de 2D a 3D integrado en el aparato, de manera que con sólo pulsar el botón en el mando se pueden ver contenidos tridimensionales ilimitados siempre que se quiera. 

Esta funcionalidad es interesante aunque hay un concepto que se maneja en las producciones 3D denominado profundidad, que es el efecto que se logra al ver como “se salen” las imágenes del televisor. Las imágenes 2D convertidas a 3D no producen la misma sensación tridimensional que se obtiene al ver una producción original 3D.

3D de tecnología  activa

Las gafas 3D activas están sincronizadas con la pantalla, de forma que engañan al cerebro para hacerle creer que ve imágenes tridimensionales mediante el oscurecimiento de los lentes. 

Su principal ventaja es un amplio ángulo de visión, es decir se puede ver desde cualquier lado el TV y no se pierde el efecto. La desventaja es que al incorporar batería y emisor de infrarrojos las gafas resultan pesadas de llevar y son bastantes costosas. De fábrica solo llegan dos unidades lo que limita extender la experiencia a toda la familia.

Los seguidores de la tecnología activa valoran la calidad de las imágenes porque conservan el brillo y el contraste nativo. Esta tecnología se adapta en aparatos Sony y Samsung, que son más caros que los de tecnología pasiva.

Credito
EL NUEVO DÍA

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