Una de las decisiones más esperadas por parte no solo de las políticas y el congreso de Estados Unidos, sino también por las grandes compañías tecnológicas en Internet, el plan Obama de reforma a la Agencia Nacional de Seguridad, los dejó a todos bastante decepcionados.
Los gigantes de Internet, que no hace mucho se reunieron con el Presidente para tratar este tema y que han salido seriamente afectados en su confianza por parte de sus usuarios, señalaron la intervención de Obama como ambigua y en todo caso carente de concreción.
Cuestión de equilibrio
En este asunto, en el que tiene todo que ver el exanalista de la CIA y la misma NSA, Edward Snowden, la posición de Obama, según él mismo lo expresó en su intervención ante la Nación, es la de buscar un equilibrio entre seguridad y privacidad y en esto tienen todo que ver las empresas tecnológicas.
Esto es así en tanto estas grandes compañías, poseedoras de inmensas bases de datos están en una posición bastante comprometida entre los intereses de quienes defienden a ultranza la necesidad de mantener programas de espionaje contra el terrorismo y quienes consideran que la privacidad está por encima de esta idea.
El papel de estas compañías está dado por el hecho tecnológico de la capacidad que tiene un Estado con el suficiente dinero para hacerse a la información personal de los cientos o miles de millones de usuarios que estas poseen, además de que, por vía de requerimientos judiciales o llamados a la seguridad nacional, tienen constantemente que entregar al gobierno información privada de sus abonados.
El equilibrio entre todas estas partes es el que trata de conseguir Obama aunque, según sus críticos, hasta ahora el tono impreciso de su discurso da a entender que su administración no tiene verdaderamente claro qué es lo que va a hacer con la NSA.
Dos grandes cambios
Según el presidente de Estados Unidos, los dos grandes cambios hasta ahora definidos tienen que ver con el fin del espionaje a mandatarios de países aliados y reformas en la vigilancia telefónica de la NSA, entre ellas que el Gobierno deje de controlar esos datos y que sea una corte especial la que autorice su acceso.
Según un análisis, además del Congreso, otro de los actores principales en este debate es el sector tecnológico del país, que se puso en pie de guerra después de que las revelaciones del exanalista de la NSA Edward Snowden sobre el espionaje en EU erosionaran la confianza de los usuarios nacionales y extranjeros.
Google, Microsoft, Facebook, Yahoo y otras compañías publicaron una declaración conjunta tras conocer las propuestas de Obama en las que consideran que “deben darse pasos adicionales en otros importantes temas, por lo que continuaremos trabajando con la Administración y el Congreso para mantener el impulso y abogar por reformas en la línea de los principios que detallamos en diciembre”, añadieron.
Algunas otras reacciones
Alex Fowler, director de políticas globales de Mozilla, creadora del navegador Firefox, dijo que “Internet merece más. Sin un cambio significativo, Internet continuará por un camino que lleva a la desconfianza, muy distinto de sus orígenes de apertura y oportunidad”.
En un editorial del fin de semana, el New York Times calificó los cambios anunciados por Obama como “frustrantemente escasos en lo específico y vagos en su implementación”.
The Wall Street Journal considera que Obama intentó “contentar a todos de manera retórica” y crítica que algunas de sus nuevas propuestas “harán muy poco por la privacidad y quizás hagan el país menos seguro”.
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