Ataque a Noruega fue planeado desde el 2009

AFP - EL NUEVO DÍA
Un informe de mil 500 páginas, en el que se explica las formas de realizar una bomba y un discurso político de racismo contra los inmigrantes y musulmanes, hará parte de las pruebas en contra de Behring Breivik.

El sospechoso de los dos ataques que causaron la muerte a 93 personas el pasado viernes en Noruega, Anders Behring Breivik, cercano de la extrema derecha, afirmó que actuó solo, y que lo que hizo fue “cruel”, pero “necesario”.

 

De nacionalidad noruega y 32 años de edad, Behring Breivik preparó, al menos desde el otoño boreal de 2009, la operación que dejó 93 muertos, 97 heridos y un número indeterminado de desaparecidos, según un balance provisional entregado ayer por la Policía. Poco antes de realizarse el ataque múltiple en Oslo, el sospechoso difundió en Internet un manifiesto de mil 500 páginas, lleno de diatribas antimusulmanas y antimarxistas que habría iniciado en el 2002.

 

En el texto titulado “Una declaración europea de independencia- 2083”, redactado en inglés, dice que será percibido en el futuro “como el mayor monstruo nazi desde la Segunda Guerra Mundial”. 

 

En la bitácora, el noruego cita al inicio de su odisea en Londres la creación, junto otras ocho personas (anónimas), de la “Orden Militar y Tribunal Penal Europeo, los Caballeros Templarios”, en alusión a la conocida orden religiosa que combatió en las Cruzadas. Su objetivo: “Una guerra preventiva contra los regímenes culturalmente marxistas/multiculturales de Europa” para “rechazar, vencer o debilitar la invasión/colonización islámica en curso, para tener una ventaja estratégica en una guerra inevitable antes que la amenaza se materialice”, explica el texto, que continúa: “El tiempo del diálogo ya pasó. Dimos una oportunidad a la paz.

 

La hora de la resistencia armada ha llegado”. Páginas más adelante, exactamente en el 2009, aparece la preparación concreta de su mortífero proyecto, según el manifiesto. “Estoy en un cambio de fase de mi proyecto”, escribió durante ese periodo explicando que fundó una empresa minera y una pequeña granja para utilizarlas como “fachada” para sus compras de productos explosivos.

 

“Ahora tengo que comprar legalmente un fusil semiautomático y una (pistola) Glock”, redactó en septiembre de 2010, dos armas para las que obtuvo una licencia, según la prensa noruega. Desde mayo de 2011, su cuaderno de bitácora ahonda en detalles, con un diario de sus preparativos, sus compras, entre otras de explosivos y sus desplazamientos. Arriba, de una lista de productos que necesita para fabricar una bomba y se puede leer una ironía del sospechoso “todo esto debe ser fácil de comprar, a menos que uno se llame Abdulá Rachid Mohamed...

 

”. El sospechoso establece una lista de países como objetivos en Europa, esencialmente vinculada a la importancia de las comunidades musulmanas, Francia figura en el primer lugar. Unico límite, el balance de la “lucha contra las élites multiculturales en Europa” no debería ser superior a “45 mil muertos y un millón de heridos” en virtud del “principio de proporcionalidad”. Andrew Berwick, como firma el manifiesto, reivindica  la autoría de un video de 12 minutos, en el que resume el manifiesto, publicado en YouTube el día de los atentados y retirado el sábado.

 

El texto termina diciendo “pienso que esta será mi última entrada. Son las 12:51 del viernes 22 de julio” y continúan unas fotos del sospechoso en las que posa, por ejemplo, con un fusil de asalto y un distintivo en el que se lee “cazador de marxistas”. Por su parte el abogado del sospechoso, Geir Lippestad, dijo ayer que éste “reconoce los hechos”. Y que “considera que fue cruel tener que cometer esos actos pero que, a su entender, era necesario”, añadió.

 

El joven, de pelo rubio y ojos azules, presunto autor de la explosión que azotó al centro político y financiero de Oslo y del tiroteo presentado en la isla de Utoya, será presentado hoy ante un Juez, para que legalice la captura y designe si es enviado a una cárcel estatal de la capital de Noruega. 

 

Mientras tanto la Policía no descarta la posibilidad de que alguien hubiera ayudado a Behring Breivik en los ataques terroristas.  Según declaró un portavoz de la Policía de Oslo, Viola Bjelland, el sospechoso coo­peró durante el interrogatorio, aunque se negó a declarar sobre el estado de ánimo del sindicado. 

Credito
AFP

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